domingo, 25 de diciembre de 2011

Me hice inncesario a tu presencia

Me hice inncesario a tu presencia
calé hondo y quise a medias
y sin bastón.

Jugué a ser el mismo viaje
a nadie ni entrever
que ahora pueden esperar.

Cambié de rumbo
a último y vecino minuto
y ése que reía no lo sé.

Repentino testamento
sin fuerzas, padece
que vuelan las noches.

No me dejé velar
ni oración alterna cantaron,
por un mendrugo de pan.

Me hice inncesario a tu presencia
a último y vecino minuto,
sin rastros ni poemas insanos.

Prefiero el viento

Prefiero el viento o ser tu árbol,
tu vida contada toda por la ciencia
a este vaso que me llama,
me instiga, la misma voz reclama.

Tu cuerpo, también tiene la noche,
que aferrada a tu día de tres inviernos,
visible con tus armas
y tus pasos son nieve y salva.

Prefiero aunque fuese fuego
tu nieve vecina, murió dice
la estancia caliente, en vano,
se escuchan oxidados los clarinetes
todo eso a tu enfermiza partida.

Prefiero la sed del vaso
aquél oeste tuyo,
y un día grato
a verte llegar para partir,
pero haberte visto cerca.

Partir a que me dejes,
estado televisión y dársenas,
viendo las cinco horas,
calmar tu acoso y partir perdido.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Ella

Ella va a existir algún día,
ella no lo es todo,
pero tal vez por ello le escriba,
tal vez tenga un dedo calificador
sobre este verso, tal vez.

Ella vendrá para leer mis dedos,
y no hallará ni palabras ni gestos,
ni almohadas debajo de la cama,
ni siquiera dudas en vela,
tal vez ella vendrá para dejarme.

Ella eres tú, aunque dudes de ello,
eres tú, debajo de mi lengua,
hermosa como caricia de luna,
lejana como tu sonrisa de enero,
ella eres tú y vas a existir algún día.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

En un verso paralelo

En un verso paralelo,
te amo como si el odio existiera.

En un canto de metal
te llamo todas las noches
para que me dignes un adiós,
un hasta luego en un quizás
en un yo no de miel,
te llamo gratis y sin truenos.

En un miedo irreal,
te amo como siempre,
a veces no y también.

En un verso paralelo
te escribo como si te amara,
como quien escribe
una última mentira
para olvidarte y así decirlo.

En un orgasmo entre tus piernas,
te amo como si existieras,
como aquél profeta fiel
y creyente del dolor.

En un te amo paralelo
te verso poemas de jazz,
te quiero tal vez siendo
sólo un verso fatal y cuento.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Instante lágrima

El instante lágrima
que no existe en tus párpados,
el momento caricia
que muere en mis manos,
el lugar deicida que fabricamos juntos.

Caen lágrimas de luna
tan sedientas de luz,
tan frágiles como el amor,
caen también sueños infelices.

Arrastran caricias,
dignos dedos infantes,
sílabas difusas y ausentes,
tan cruel como mirarte luego.

Caen lágrimas caricias
sobre la fosa donde yacen semidioses,
y aquél pan crucificado,
tantos nombres sempiternos muertos.

Si me mueres contigo

Si me mueres contigo,
que sea para renacer
soñando tus dudas.

Si te mueres conmigo,
que sea para amanecer
alguna otra soledad.

Si mueres y no he muerto,
y las dudas no sueñan,
tal vez te haya olvidado.

Si muero y no mueres,
y los sueños no dudan,
tal vez me recuerdes.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ayer mañana

Mañana te veré,
y me harás falta ayer,
de esas que pasan después,
luego tanto, mañana.

Mañana prenderé los metales,
para verte sonreír,
y te hará falta luego,
un después tanto, ayer.

Mañana escribiré un último poema,
y me harás falta en el primer terceto,
esos que dudan versos y desdenes,
un luego después, mañana.

Mañana, aparecerás,
para verme sonreír,
te hará falta tu ausencia,
luego tanto, ayer.

martes, 6 de diciembre de 2011

Algoritmo blando

Algoritmo blando y sesión escarlata,
plata negocio blanco en cualquier,
sólo pecados y exhibir a precios de demanda
los vientos después, lunes al garete,
ciernes en casi, viernes entre tanto.

Algoritmo disfrazado,
las llagas al costado de lo bueno,
antes nunca, antes y por ahora,
por necio que perezca vivir en lagunas,
mental y estimo la primera cuentos.

Quise ser un verbo, al menos uno con pocos
indeseos, con cientos ave de menor vuelo,
costumbre escribir lilas y paralelos,
luego vienen los recuerdos y lo olvidas todo,
el ya no y las manos en pleno sol deseo.

Entre tantas muertes, fabriquemos una de metal,
una vida que se muera sola y no necesite nuestra ayuda,
fábrica de silencios y versos, fábrica de cantos,
un lunes vienes y otro he vuelto a decirte nada,
antes de los velos, el café esperando taza y camino.

Ejerzo tu derecho a olvidarme

Ejerzo tu derecho a olvidarme,
ejerzo de perfil,
en doce meses terrestres,
ejerzo también las vocales
que no me pertenecen y aquellos adverbios
tristes de no lamer tus verbos.

Ejerzo tu derecho a negarme,
con las manos, eco sagrado,
en faltas ortográficas y ontológicas
tampoco, ejerzo el verbo fácil,
el dios de los segundos
con cello en mano y la avenida a cuestas.

Ejerzo miles de segundos,
antaño crueles, antes asesinos de minutos,
ejerzo tus manos y el decoro
de los años, ejerzo en un rincón
mi fe atea y aún convexa, todas
las mañanas contigo, con nadie.

Ejerzo mi derecho a escribir,
ejerzo tu derecho a llamarte por mi nombre,
a mentir en este verso
y dejarte nunca cuando te hayas ido,
y dejarte nunca cuando te hayas ido.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Estigma vegetal

Vino sobre acuarelas
y pequeños pasos,
un puente muerte
y corazón de angustia,
un camino en soledad,

vino, silencioso instrumento,
proferir ventanas y claveles,
un pequeño mundo en los pies,
y lluvia como de nadie,
llevando la delantera en versos.

Vino, pisco, cántaros y metal,
escena después de las doce,
escalinata y vienés nostalgia,
dónde y por caminos el ajedrez,
sucia melodía de amar así, digital.

Vino, perder un dedo en pleno pestañeo,
un dedo sobre nada y tantos dedos más,
vino, música mujer de cuentos,
cuál de las verdades duele mejor,
reloj de arena, serpiente muerta materia.

Volverte palabra

Volverte palabra,
volver contigo para quedarme
con tu ausencia,

volverte fragancia,
creer en el silencio
y en el fuego roto,
y así olvidarte.

Volverte cualquiera
y quedarme pensando,
en el fuego mismo
y en tus dedos.

Volver para quedarte,
volverte un dado de sueños
en algún renglón de tu cuello,
colmarte de nada y serte nadie.

Volverte palabra,
para dejarte,
asumir tus dedos muertos,
y mi muerte rendida a tus pies.

Volver contigo,
para partir volver,
y partir devoto,
volver a verte parir.

Volverte palabra,
para no pronunciarte,
para quemar mi lengua
y lamer mil fuegos.

Volverte,
para quedarte contigo,
volverte palabras varias...

Un no jamás


Un no jamás y después dormimos juntos,
lejos de las palabras,
lejos del desahogo matutino,
muy de cerca, tanto como imposible.

Un no siempre y después te vas,
luego de los besos,
luego del encierro inesperado,
muy pronto para decir adiós mañana.

Un no del todo y deseo seguirte,
cuántas palabras luces,
para acontecer de día y nunca.

Un sí de novia triste y después adiós,
cuando todos hayan parido
verdades como alimentos virtuales.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Construye un amor de luna

Construye un amor de luna,
con todos aquellos algoritmos
que reptan por sobre
los preservativos.

Construye alguna luna
entre nosotros,
para mirarte siempre
sin desvelos matutinos
ni piezas de ajedrez.

Construye algo para obviar,
algo que olvidemos
debajo de la cama,
junto a los miedos.

Construye algún amor,
con todas las palabras
que hayamos escondido
entre paréntesis mañana.

Construye un desamor
de caricias,
con todas las tardes
madrugadas y contigo dentro.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Ella hace que los versos dejen de respirar

Ella existe aquí,
en la duda,
en cualquier poema que no escriba,
ella absuelve mis lunas,
ella decide el lugar de la herida,
aunque no sangre todavía.

Porque ella iguala todos los ecos,
inventa un par de rosas,
decide llevarle lagunas a la luna,
para mojar la hoguera
y mientras tanto esconde mi muerte.

Ella existe aquí,
donde duela, donde mate,
al son de miedos, al son de todos
y pecados varios, aquí donde no existo.

Ella hace que los versos
dejen de respirar,
que la duda se suicide mientras
lame mis heridas
y que todos los poemas lleven su sangre.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Brindis de un bohemio

Por el desorden de los versos,
por este renglón fallido,
y por aquél dios suicida,
tan humano como diverso.

Por el miedo debajo de la lengua,
por el clamor donde duele,
aquella agonía del dulcémele,
por todo aquello que agonice.

Por el olvido pasajero,
por este renglón deicida,
por aquél que nunca muere.

Por el vino sobre el cuerpo,
por las gotas de lluvia,
por el dios inmortal y cuerdo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Soy el verso que te escribo

Soy el verso que te escribo,
para inventar ternuras,
soy el silencio que te escribo,
para amanecer bajo la luna.

Soy el verso que te olvido,
para recordarte siempre,
soy el cuento que te canto,
para escuchar tu voz.

Aquel epitafio que decide,
la hora y el día de tu llanto,
que te duele y ama sin saberlo.

Aquel que desciende del invierno,
sólo para abrigar tu orgasmo,
inventando algún otro calor deicida.

domingo, 30 de octubre de 2011

Sé que no existes, pero te amo demasiado como para decírtelo

Sé que no existes todavía, sé que algunos adjetivos no pueden perseguirte, sé tu nombre
aunque no existas todavía. Recorro estas líneas, una y otra vez, pensando en los segundo que se echan a perder por no tener otra cosa en qué pensar, tal vez podría ser alguien importante si no te pensara tanto.

Lo bueno es que no existes, lo malo es que te sigo pensando como si estuvieras aquí, como quien escribe una nostalgia y prende un cigarrillo para no fumarlo. Sé que las palabras ruedan y evitan los abismos, que este verso no lo es, sé muchos detalles acerca de nosotros, como aquellos recuerdos que invento para tener algo que recordar. Sé que no existes, pero te amo demasiado como para decírtelo.

sábado, 29 de octubre de 2011

Luego

Luego es ahora si es contigo,
luego es ayer y siempre,
luego no emerge del recuerdo
ni envenena el presente.

Luego es nunca y es tu sonrisa,
a veces un sólo de jazz
u otra parte de nada y todo,
luego eres tú debajo de mi lengua.

Hoy te quiero, desde luego,
desde aquí, desde siempre,
hoy es luego, mañana es hoy.

Hoy no siento mis latidos,
hoy no tengo corazón,
mas luego veremos sentimiento.

viernes, 28 de octubre de 2011

Todavía huyes de mis versos

Todavía noescribí unpoema
quedes nudetu sonrisa,
todavía nohurgué entualma.

To davíapa sasami lado,
sinre cor darmisle tras,
todavíahuyes demisversos.

Todavíadudas demisdedos,
cuandoin ven tancaricias
desdeel ladocuen todelverso.

To davía vienesytevas,
como quienno sien teeldedo
del queescribe unanos talgia.

Toda víabusco tunombre
debajodemilengua
ynoen tiendolo queescribo.

domingo, 23 de octubre de 2011

¿En qué se padece el amor al dolor?

El amor suscribe un pacto de no agresión
con nosotros aunque bien sabemos
que alguno de los dos lo romperá.

El dolor existe y le importa poco
su esencia o su lugar de origen,
incluso su nombre le es irrelevante.

El amor no te lee ni te destruye
sólo te susurra, a veces sólo
y sin compañía y sin dedos caricias.

El dolor construye castillos de arena
sobre tu espalda y sonríe
cuando tu dolor se convierte en palabra.


¿En qué se padece el amor al dolor?

El amor también escribe poemas,
cicatrices le llaman.

A veces voy a ningún lugar

A veces voy a ningún lugar,
sólo para quedarme contigo,
a veces te escribo siempre
para olvidarte algún día.

Y repto por versos tangos
y navego por tus venas
después de los recuerdos
después caricias eternas.

A veces escribo en madrugadas,
sólo para soñarte al alba,
a veces me oculto de la luna
para que no aparezca tu silueta.

A veces destruyo los recuerdos,
para nunca más olvidarte,
a veces elijo nuevas heridas,
para dejar de sangrar.

A veces te odio un poco,
sólo para amarte,
a veces te quiero en sueños,
para despertar contigo.

viernes, 21 de octubre de 2011

Cualquier dolor es jueves

Cualquier dolor es jueves,
pero no todo jueves es viernes,
no todo color duele y es perverso,
no todos los dioses se visten de rezos.

Cualquier ocaso es la noche misma,
pero no todas noches son contigo,
el amor muere en un haber sido,
en un jamás que acongoja y rima.

El jueves es tan sólo un fragmento
suicida de los viernes, es tan sólo
un recuerdo, otrora sentimiento.

Dame uno de tus viernes crueles,
acaricia cada uno de mis cuentos
y aquél poema que tanto dueles.

jueves, 20 de octubre de 2011

Suéñame sin versos

Suéñame sin versos,
desprovisto de eventos subterráneos,
invéntame por siempre en lugares nefastos,
donde el paraíso sea tu sonrisa.

Déjame morir en uno de tus sueños,
déjame quedarte en los míos,
muere conmigo, lejos de nosotros,
que cada sueño sea un recuerdo agonizante.

Invéntame de nuevo,
un par de versos menos triste,
invéntame, esta vez a tu lado.

Suéñame sin versos,
duerme a mi costado,
invéntame por siempre lugares nefastos.

Fragmento suicida de los viernes

Fragmento suicida de los viernes,
evasión fiscal en pleno desarrollo cognitivo,
dónde es contigo, fiebre es el viernes,
fracaso colectivo ambiguo y silente.

Ocasión - cualquier agujero negro
es tu indiferencia - paralela al dedo siempre,
cualquier arruga acompasa pasos de algodón,
ocaso tormentoso sin duda, bueno y tuyo.

Acaricio tu ausencia como quien
arranca cicatrices de tu espalda llena de adioses,
llena de nada, flotante esperanza tenerte.

Ocaso - una vez más, juntos y desastre,
te quiero con este odio que ha muerto de amor-
o acaso te muero con menos ternura que tu nombre.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Escribo dentro de un poema

Escribo un poema sin vocales
ni orgasmos necesarios,
escribo un verso distante y dudas,
tal vez escribo dentro de tus piernas.

¿Qué haremos cuando los poemas nos destrocen
los silencios y todas las palabras se hayan suicidado?

Escribo dentro de un poema,
tal vez escrito por la muerte,
un día de lluvia y fiebre,
un infeliz día cualquiera.

¿Qué haremos cuando los poemas
desconozcan a las musas?

Escribo desde el hado incorrecto
del orgasmo, donde la soledad
nos conoce demasiado.

Te quiero aquí

Te quiero aquí, en el lugar
que juntos elegimos para dolernos mañana,
donde suceden los poemas
y mueren los recuerdos.

Dibujo una cicatriz
sobre la herida que me dejarás mañana,
pues bien sabes que nuestras heridas
desconocen cicatrices.

El amor inventa cicatrices ficticias,
pero jamás cura heridas,
pues aquellas fueron alguna vez caricias.

Te quiero en todos los poemas,
en el verso que se prosa sobre el alma
te quiero hoy y tal vez mañana.

sábado, 15 de octubre de 2011

Tengo un veneno en la piel

Tengo un veneno en la piel
después de tus caricias,
tengo motivos para dejarte,
tengo un gemido desde el fondo
de la desdicha, veneno de rojo intenso.

Tengo palabras que han muerto,
tengo muertes que han sido tuyas,
a veces dibujo sobre tu frente
un cuento para niños indecentes,
lleno de silencios del infierno.

Tengo un veneno en la piel
después de tus caricias,
no me hace daño, no me hiere,
simplemente me mata y muere
conmigo, me mata sin el dolor de tus besos.

Acompáñame al funeral de las palabras

Acompáñame al funeral
de las palabras que se suicidaron
de tanta soledad,
de tanto vaso de tristeza siempre lleno,
de las gotas de lluvia del dolor.

Acompáñame al funeral,
no es muy lejos,
apenas si se oyen los pasos
de los poemas y palabras
que van a rendirle un último
homenaje, un adiós verdadero.

No me hables del pecado
no me engañes con falta de voluntad,
no quiero prescindir de tu mano,
acompáñame al funeral de las palabras,
dejemos para el final aquél juzgado.

Acompáñame al funeral
de las palabras que se suicidaron
de tanta soledad,
es viernes de lluvia dolorosa
y te quiero a mi costado.

viernes, 14 de octubre de 2011

Quiero quedarme contigo

Quiero quedarme contigo
lejos de nosotros,
a la sombra de la inquieta lluvia,
llueve también en tus ojos.

Quiero partir
para volver algún poema,
para dejar entre tus piernas
caricias de papel.

Quiero quedarme contigo
lejos de nosotros,
donde la soledad sea nuestra
y tenga otra sombra.

Quiero encender tu lengua
con palabras tiernas,
quiero una fotografía
del dolor para llevarla siempre.

Quiero dejarte,
para estar contigo,
quiero un papel que resista
el peso del silencio.

Me gusta devorar tu sombra

Me gusta devorar tu sombra,
vestirte de cenizas,
encender el fuego con tus lágrimas,
me gustas a la hora de la cena,
apagar sonrisas con silencios.

Me gusta devorar tu nombre,
vestirte de sonrisas,
entender el porqué del amor,
porque te amo sin sentido
y a veces sin quererte.

Me gusta devorar tu sombra
en la más profunda oscuridad,
escribir un poema en tus bragas,
me gustas a la hora del desdén
entre cenizas y viernes sin palabras.

jueves, 13 de octubre de 2011

Quédate

Anochece a plena luz del día,
amanece y las letras apenas
sin llegan a vocales antes del cenit,
quédate un rato más, déjame leerte
a la luz de la oscuridad en pleno día.

Quédate un río más
y despertemos juntos,
envueltos en fragancias raras,
en cuentos indecentes y tal vez,
en otro sueño, vago, difuso y nuestro.

Déjame contarte otra nostalgia,
desprovista de regresos, déjame una vez más,
vete, huye, no vuelvas, quiero saberte lejos,
duele más que el dolor de soledad,
duele tanto como nunca, como jamás.

Quédate un río más,
acaricia todos los fonemas,
despierta sólo para seguir soñando,
sueña caricias y puentes, sueña despierta
y canta con tus dedos, quédate un sueño más.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Te quiero más cuando te amo

Para ella, aunque dejó
de ser cadencia de jazz.


Te quiero más cuando te amo,
te amo más cuando te deseo,
te deseo más cuando te escribo,
te escribo más cuando te quiero.

Te quiero al son de versos tristes,
a veces deicidas, a veces crueles,
deseo tu cuerpo por sobre las mieles.

Te amo quizás en el desdén de luna,
angustia la del poeta muerto no leído,
invento cadencias de jazz y dudas.

Te deseo por siempre en cuentos tercetos,
en sonetos infernales y debajo de tu piel,
te deseo por las noches al calor de mis dedos.

Te escribo partituras del dolor y lágrimas andantes,
sonrisas tales que anochecen contigo y sin credos,
te escribo un poema sin sentido, sólo para amarte.

Duele el verso

Duele el verso,
quema en las entrañas
y después desdice recuerdos,

no sé si inventa silencios
o asesina palabras,
duele verso a verso.

Duelen los por qué
paralelos a la incertidumbre,
duele el verso desprovisto
de la certeza de la duda.

Duele el casi dolor
de negarnos diariamente,
perdidos en ríos del desdén.

jueves, 6 de octubre de 2011

Tu inocencia


Decido tu inocencia
en una sonrisa de luna,
en el color ternura de tus ojos,
decido cuánto veneno
contienen tus besos.

¿Cuánta soledad
nos queda en el bolsillo,
cómo hace el vino
para ser tu voz,
para dejar de serlo?

Decido tu inocencia
al observar tu silueta
en el reflejo del fuego
sobre el hielo,
en un tal vez jamás.

Si te amara,
si cantaras mis poemas,
como quien prende un cigarrillo
en el infierno y vuelve
menos triste, con alguna
historia divina mal contada.

Decido tu inocencia
y tu sonrisa, decido
el lugar de la herida,
pero no cuánta soledad
nos queda en el bolsillo.

Partitura de la muerte

Pienso en el color
de la luna a mediodía,
en el color de la ternura,
recuerdo algunas
notas de la partitura de la muerte

Escribo versos
sobre la partitura de la muerte,
escribo sobre el fuego
a la luz del mediodía,
escribo sobre tus dedos
a la luz de tu lengua.

Improviso lágrimas,
sólo para no desentonar
en la melodía del dolor,
improviso también sonrisas,
comas y miradas distantes,
y tu voz que el vino todavía
recuerda, a veces, demasiado.

En el concierto del dolor
nosotros no llevamos la batuta.

lunes, 3 de octubre de 2011

Inventé un después

Inventé un después,
sólo para ser felices,
lo inventé en el anverso
de ningún poema,
entre caricias y gemidos.

Inventé un después,
mucho antes del jamás,
escondido está entre tus piernas,
asume el tiempo como nadie,
cruel e ingrato, a veces, fiel.

Espero poder contarte,
los miles de adjetivos
que reptan en mis dedos,
cantarte nidos y sierpes,
debajo de tu piel.

Un jamás le acecha,
un durante le pretende
y el antes quiere asesinarle,
tengo un después , sólo para amarte,
escondido en ningún verso.

Te inventé un después,
no lo vayas a espantar,
es apenas un pequeño soñador,
sólo quiere escuchar tu risa,
y los latidos de tu ausente corazón.

domingo, 2 de octubre de 2011

Te deseo un adiós

Te deseo un adiós atemporal,
que no sea hoy ni mañana,
que no haya sido ayer
cuando todavía no aprendías mi nombre,
que no sea nunca.

Te deseo un adiós,
no cicatrices, ni poemas truenos,
te deseo un tiempo dado
y uno para que no me olvides,
para serte uno, cruel y bueno.

Te escribo poemas y ternuras,
a veces son justificados por tu sonrisa,
a veces, borrados por una lágrima,
no de adioses ni de partidas.

Te dejo mis poemas,
son menos que nada,
pero son tuyos a la hora del desdén
y bien pueden ser escritos
junto a nuestros obituarios.

Te quiero y cuento

Te quiero y cuento,
te cuento tanto,
te tanto en cuenta,

te quiero tanto y tanto,
viernes y jueves,
tanto y tanto
de quererte todo y nada.

Te quiero es un poema
que las personas
no sólo se niegan a escribir
sino que ya ni siquiera leen.

Te quiero tanto,
te tanto quiero,
cuánto tanto,

tanto quiero,
tus deseos y tus quieros,
tanto te tanto.

sábado, 1 de octubre de 2011

El amor

El amor no te lee ni te destruye
sólo te susurra.

El amor es un jueves negro
que se repite todos los días
y a cada segundo.

El dolor es un subconjunto
propio del amor,
es, tal vez, su final
y su principio.

Tengo un amor
o un dolor,
no lo sé todavía,
o tal vez ambos,
entonces es sólo amor.

Tengo un dolor
que quiere dejar de escribir poemas
y sólo desea agonizar en silencio.

Tengo un amor
que jamás ha escrito nada,
a veces ni siquiera existe.

Cántame este fuego

Cántame este fuego,
déjame un par de sueños gélidos,
descifra mis poemas,

cántame este fuego,
duda de mis nombres
y de mis dedos.

Inventa otro nombre para el dolor,
escríbelo en tu frente,
invéntame otro nombre,

que no sea bueno,
que sea fácil de olvidar,
que sea tuyo.

Invéntame otro fuego,
alguno sin ascuas perversas,
sin sonidos, sin sentidos.

Cántame ése fuego,
en cualquier llama,
aguárdame en tu lagar.

Brinda con mi fuego,
pues fuego con juegos,
canto tus dedos.

Descifra mis poemas.
duda de mis nombres,
inventemos el fuego.

martes, 27 de septiembre de 2011

Suéñame despacio

A veces te sueño
para saber si aún existes.

te sueño, a veces para amarte,
a veces como ejercicio literario.

Suéñame despacio aunque hayamos
roto todos nuestros sueños,

suéñame como en pesadillas
para que me recuerdes siempre.

Invéntame en otro sueño,
vístete de lluvia y llévate
el silencio en cada gota.

Sueña con el miedo,
disfruta de los funerales de la duda,
sálvame del fuego.

Sálvame del fuego,
sálvame de tu fuego que congela,
del amor al son de los relojes de arena.

Invéntame en otro poema,
llévame lejos donde tú no estés,
sueña con mis sueños.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cuando sueño contigo

Cuando sueño contigo
suelo no despertar,
cuando a mi almohada llegas
y te vas así, sin más.

Te extraño en el anverso
de un poema y en al reverso
de los sonetos de amor
que jamás te escribiré.

Todavía sueño contigo
aunque al despertar
finja que te olvido.

A veces sueño amanecer contigo
y llevarte lejos donde los poemas
nos hagan realidad y sean sueños cantados
a la sombra del dolor.

He muerto muchas veces en mis
sueños, espero algún día
renacer contigo en tus sueños.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Te amo en el después

Te amo en el después
y quizás también en el jamás.

A veces te quiero
desde el lado orgasmo de la cama,
a veces te escribo
desde ningún lugar.

Te amo
con este amor
y su nunca jamás de bolsillo,
con el miedo debajo de la cama,
con tu ausencia en mis poemas
y el vino sobre tu vientre.

Te amo en el después
y quizás también en el siempre jamás.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Te amo y no sé por qué

A veces escribo para recordar tu nombre,
a veces sólo para olvidarlo
y dejar de inventarte,
en letras suicidas y en mentiras cadenciosas,
y abrigarme en la sombra de tu voz.

A veces te escribo
desde la sexta cuerda,
desde la forma indecible del sonido,
te siento tan lejana,
como aquél poema que se recita solo,
es a la vez, peligro y silencio.

No recuerdo el décimo noveno mandamiento,
no quise serte hiel,
ni dejar en tus venas
rastro de pecado, apenas
un aroma a libro orgasmo,
a manantial de todo aquello
del pasado como reliquia,
lo sabes por el silencio.

A veces te deseo,
a veces son seseos y susurros
en alguna habitación cercana
del más barato hotel que pueda pagar,
con cualquiera que no seas tú,
te recuerdo a mitad del soneto fálico,
pero no puedo recitarlo.

Te busco en mi nombre,
sin lamer tu recuerdo encadenado,
a veces te escondo en el vino,
y te ato con la cuerda sexta,
con alguna cadena que siempre estuvo rota.

Déjame en este verso,
que sea como aquél sueño
que tiene incorporado un amanecer contigo,
déjame siempre, déjame nunca,
sonríe siquiera, me gusta escribirte
a esta hora, sin relojes, cuando
me dejas en plena madrugada.

Te escribo porque sé que no me lees,
te leo porque sé que no me escribes,
te amo y no sé por qué.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Adiós

Tengo un silencio
y todas las palabras que lo componen,
tengo tus dedos
en cada uno de mis ayunos
y el miedo en un poema
que ya nadie recuerda.

A veces huyo
del desamor y del amor mismo,
a veces sólo escribo
sin vocales ni estigmas,
quisiera tu fragmento oleaginoso
en alguna de mis dudas,
quisiera poder decir tu nombre.

Tu amatista mirada,
es un fanal en madrugadas
apenas un canto primerizo
de la nostalgia y el decoro.

Tu mirada es la luna con todos
los poemas que susurra
y ya nadie lee,
es un esquivo y puro
olvido, adiós no es una lengua
a la altura del desdén,
es un cuchillo en algún órgano vital.

Detrás de los orgasmos,
junto a las dudas
escribo con acentos fálicos,
con una azafea por reloj.

Adiós, al menos por ahora.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Contigo es un fragmento del olvido

Aquí tengo tres puntos suspensivos
que quisiera compartir contigo,
tengo comas y diéresis agónicas.

A veces escribo sin labios
indecentes que me lean,
sin vocales de amor muerto.

Existe aquello que leo
en versos tristes por el cieno,
el deseo sonríe en el anverso.

Contigo es un fragmento
del olvido que los gusanos
adornan con poemas.

Te regalo este viernes
y todos aquellos que
agonices conmigo.

Olvidé quién soy,
por ello escribo,
para saberte lejos.

Tal vez agonices
conmigo, tal vez huyas
y dejemos de partir siempre.

Aún tenemos dudas
por devolver, aún nos
falta hacernos falta.

Tal vez aquellos puntos
no sean mortales y sólo
deseen morir con nosotros.

martes, 6 de septiembre de 2011

Un poema

Un poema es una ofrenda al olvido,
una ofrenda que el recuerdo
se encarga de guardar para siempre
debajo de los sueños.

Un poema esconde acertijos
y otros detalles innegables
del pasado, destruye heridas
que desangra sin misericordia.

Las lágrimas no escriben poemas,
tu sonrisa guarda dos o tres,
que el pecado escribe con desdén.

Mis dedos recorren trazos en tu piel,
que el orgasmo, inmortal poema, ha dejado
no hace mucho, en alguna madrugada.

Si hubieras leído

Si hubieras leído todo lo que
te he escrito en sueños
ya habrías muerto de amor
para renacer conmigo.

Si al menos hubieras leído
un verso de los miles
que jamás he escrito
serías un poco menos triste.

Tal vez me leas en sueños
aquellos que llamas pesadillas,
y me recuerdes por versos
azules y truenos amarillos.

Tal vez jamás haya escrito,
tal vez nunca haya leído
lo que a diario cierra cicatrices
y colecciona mariposas muertas.

Si hubieras leído cuentos perversos,
sonetos fálicos y breves muertes,
aquello que despierta mi pasión,
aquello que niegas con desdén de jueves.

Si hubieras leído todo aquello
que tal vez escriba sobre tu obituario,
ya habrías muerto para escucharlo,
lo siento, no seré yo quién lo lea.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Poema gusano


El no irse jamás,
el reptar cabizbajo hasta rozar
tu frente con el vino derramado,
leer un libro viejo,
rozar tu cicatriz y reflejarme en ella.

Tener palabras con arrugas
y no joder,
este vino miente
con lúdicos sonidos
y con pasados de fiebre.

Pienso en el dolor y le dibujo
una sonrisa,
un tercer soneto que jamás ha de leer,
le pienso en avenidas
en alguna esquina
con la corbata en la mano
y no puedo dejarle.

Tener vientos que desprecian lunares,
tener una vida en cuatro paredes de papel
y saber que cada una posee tres ventanas
y no poder abrirlas porque están abiertas.

Y dejo de escribir
comas y puntos a favor,
sed en la miel le sabe
le tiñe de amaneceres y otros detalles.

Doler y no saber cómo
y partir es sólo
el movimiento feroz de los gusanos.

Poema sin palabras


Porque escribo un perro sin palabras,
un perro que maúlla y canta,
y juega a serte fiel.

Y dejo que camine por avenidas,
dejo que nombre la duda
con maullidos y adagios breves.

La duda no tiene un pronombre personal
ni siquiera un recuerdo que le condene
pues no tiene la certeza de su existencia.

Porque escribo un perro
y has escuchado sus ladridos
desde ayer, cuando apenas si mordía.

Te escribo cualquier poema
sobre tu vientre, alguno con detalles
indecentes y con miel de los latidos.

Sabes que esto no es un poema,
late, miente y cruje como cualquier hoguera,
pero no atrapa los ecos ni la pasiones.

Te escribo un perro sin palabras,
no le hagas daño, no lo condenes,
si has de matarlo, que sea sin palabras.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Inventemos

Inventemos palabras, inventemos sonidos, creamos en ellas o simplemente aboguemos su olvido, creemos un silencio plagado de pieles, dejemos de callar, soltemos todos esos nombres, calientes y miserables. Inventemos palabras sin asesinar las antiguas, escribamos con miel y con semen palabras hermosas, juguemos con ellas hasta hacerlas infinitas, hagamos con ellas poemas y sonetos, canciones cuentos y mejores fonemas. Inventemos alguna que sea alegre y triste, que rompa en llanto de alegría funesta y se consuele con risas lágrimas, y nos despierte a mitad de la noche para saber si estamos muertos. Inventemos palabras y sucesos, y luego escribamos con miel y semen palabras hermosas sobre cuerpos silentes e irremediablemente alegres de su insensata desnudez.

Desnudar tus palabras

Desnudar tus palabras,
desangrar tu eco,
entre mariposas muertas
y gusanos en vela.

Asir tu acoso,
sentir palabras tristes
por debajo del olvido.

Empezar contigo,
 miles de poemas,
entre tanto te escribo
breves silencios.

Desnudar tu cuello,
contar cada uno de tus sueños,
después de las plegarias.

 Asir tu acoso,
deja que te escriba
 como hasta ahora.

Sin comas
sinespaciosinútiles
y syn v c l s.

Sabes que te quiero
en un fonema,
 en dos recuerdos.

Te escribo para olvidar
lo que no puedo recordar,
te quiero siempre jamás.

Desnudar tus palabras,
abrigarlas en mi boca,
 y dejarlas moribundas
 detrás de tus párpados.

 Así, te quiero,
inventa otro poema
 y quémalo en el fuego.

Tu nombre

No sé de cuántas vocales lleva tu nombre, no sé si está compuesta de comas, tildes, o de puntos suspensivos, Tal vez te invente demasiados nombres en cada poema que no te escribo, tal vez olvide tu nombre de tanto recordarlo. No recuerdo tu nombre, a veces olvido el pecado, y relojes suicidas me llevan. Entonces, dibujo algún poema, invento algún orgasmo, y decido tu nombre aquél que leo en tu obituario. No me leas, no me escribas, no dibujes otra sonrisa de muerte sobre mi frente, huye del poema, sé verso. A veces me dueles demasiado, a veces ni siquiera te recuerdo, y dueles más que nunca. Siempre es un tal vez, parapléjico, sin ganas de vivir, nunca es un poema roto que ya nadie lee ni recuerda. Tu nombre está escrito con semen y fragancias bastardas, con la miel de tus besos y algún eco triste y alegre.

lunes, 29 de agosto de 2011

Tal vez me recuerdes por aquel poema


Tal vez me recuerdes por aquel poema
que jamás he escrito sobre tu piel
y pretendes borrar con lágrimas, tal vez.

Tal vez, me recuerdes entre acertijos,
al costado de tu llanto,
en un rincón lejano y orgulloso, tal vez.

Tal vez en verdad te haya escrito
el octavo terceto y sea muerte en verso,
jamás en cuentos que se mueren de nada.

Tal vez escriba demasiado en ningún jamás,
y los sueños duerman contigo, luz de miedo,
ilumina todo aquello que no existe.

Tal vez me hayas olvidado, es tan fácil,
no son necesarios ni los secretos sagrados
ni el credo ni los divinos orgasmos, tal vez.

Tal vez me recuerdes aquí, debajo de la nada,
justo dónde los recuerdos se hacen a la mar,
y navegan en avenidas sin café, tristes, tal vez.

viernes, 26 de agosto de 2011

Poema acústico


Pasos acuáticos,
en el rincón temible
de los suelos acústicos
y la nada espera en un renglón

Escisión la del verbo fácil,
nunca antes con su todo nada,
y tú rompiendo los acordes del silencio.

Perdido estoy,
el vino no recuerda camino
de los sucesos rotos,
las muecas deciden gritos y otras mentiras.

Pasos acústicos,
dónde y más, estoy contigo
cada día menos, cada segundo más.

Porque escribo,
aunque no me temas,
y dejar de escribir sea
tu arrojarte al Sena.

Porque no sé cuáles,
cuántas fórmulas deciden tu sonrisa,
cómo hacen los relojes para no morir.

Porque te escribo,
porque apenas si respondo con versos,
porque nunca me has leído.

Porque todavía existen palabras
que no me has dicho, miles de bichos
que no han muerto y tu sonrisa brilla demasiado.

jueves, 25 de agosto de 2011

Poema anverso


Volver de los ecos,
ingrato aquél verbo triste
post de lo pasado, disolver,
está demasiado triste,
tanto que ya ni padece de amor.

Un rugir de mariposas,
no las que vomitas
con cada anverso de hojas,
y después sólo el vino
dibuja lápices de colores.

Cantar subdesdén
de martillos alternos,
toda vez cantarte y cuento,
es una historia histeria.

Volverte de los sueños
a realidades incesantes,
cambia la pasión y los ocasos,
cambian también los versos.

Te leo en el anverso
de este poema, te releo
en algún homicidio de primer desorden,
y aprendo comas y signos exclamatorios,
aunque hayas partido, eso creo.

martes, 23 de agosto de 2011

Poema zeta


Susurro, equis y demás vocales gratas,
la más terrible de tus bocas,
el miedo que bebes de mi copa,
saber tu nombre y no lamer tus labios.

Dime cuánto, cada cierto miedo,
de miles que musitas, de todo lo que amas,
zeta y demás orgasmos nuestros,
saber tu piel y no romper recuerdos.

Susurro equis y zeta, cada fiero orgullo
que dejas en la nevera, frío y ardiente,
corazones varios los que devoras,

sin padecer infiernos, te amo
aquí, justo en el después,
sobre cada viernes desdén de jueves.

domingo, 21 de agosto de 2011

Poema piel


Toco tu piel, suave y desnuda,
huele a sexo nuevo, a miles de orgasmos
aún muertos entre silabas y frases.

Toco tu piel desnuda, juego con tu seno
y en infinitos círculos paralelos llego,
desde aquí, hasta tu sexo libre,
huele a sexo y venas, huele triste.

Toco tus dedos y cada poema
que inventamos en la cama,
se escribe con semen y amor sudante,

Hacer el amor como quien inventa
algoritmos, a veces buenos, a versos tiernos,
toco tu piel desnuda para amarte.

jueves, 18 de agosto de 2011

Poema a deshora


Y te das cuenta que la vida
no es prestada, ni siquiera
es vida,

y te lees en un diario,
un común denominador,
es vida,

algún anuncio
para aquellos muertos
es falso,

y acecho la sombra
desde el lado oblicuo
es nada,

me dueles un poco,
justo en el después,
aquí,

y escribo equis
y grafías varias
es todo,

bebo el vino
de tu abdomen
pues gracias,

vienes y vas,
en verdad hace mucho,
es mejor,

haberte ido
lejos, y más,
es desamor,

te extraño,
te duelo
es poema.

martes, 16 de agosto de 2011

Poema sueño


Este poema sueño,
esta ausencia de nada cuando eres,
me hacen falta tus dedos,
falta, aquella, la ingrata agonía del suicidio
no me dignes ni reniegues de la luz oscura, a
aunque sea tuya o sea nuestra.

En este poema te sueño
sólo para escribirte,
sólo para saber si existe
un lugar batracio ético y sincero
donde pueda morir al son de un verso.

Este sueño, poemarte de memoria
y salir del fuego para quemar tu odio
en el más frío lamente de tus labios,
huir contigo, por aquí y donde seamos
aquellos viejos mimos sabios.

Este lugar no es un poema
este poema no es un sueño
y este sueño tal vez dibuje demasiado
sobre tu espalda aquel poema sueño.


jueves, 11 de agosto de 2011

Jamás


Jamás me suena a tu nombre,
me sabe a olvido latir,
y siento aquellos miles de bichos
que matas con tus manos.

Nunca me suena a regreso,
a no salir de estas tres paredes,
a segundos sin miel,
y debo escribir muy cerca.

Cruje el don de los relojes,
mentir y no decir adiós,
la vida se pasa con vicios,
y cartas de amor rotas y jamás escritas.

Destellan las pasiones,
no son buenas ni malas,
no en esta vida ni en aquella muerte,
y escribo todos los días para conocerte.

Soledad y Miedo


El miedo sube y se aloja,
y cierra todas las puertas
que abre con sus dedos.

La soledad es un animal
inmenso, tal vez un ciempiés,
con tres maneras de decir adiós,
pero jamás lo hace pues no sabe amar.

Los bordes desdenes del miedo
lamen la miel y demás baratijas,
asume la crueldad como propia.

Su inmensidad no le permite
recostarse sobre nosotros,
más bien diría se tiende a nuestro lado,
a veces nos persigue sin saber que la buscamos.

Es el féretro quién los encadena,
es la sola muerte quién los enamora
a versos, a veces cortos a veces largos,
a versos obituarios, somos nosotros
los que hacemos que engendren nuevos dolores.

sábado, 6 de agosto de 2011

Quizás

Quizás te sea indiferente,
tal vez éste tal vez haya muerto
sin darme cuenta,
quizás duelas en madrugadas
como respuesta evolutiva,

tal vez te escriba desde
mi recóndita desesperación
tal vez lo intuyas, tales besos
para tal ausencia,

quizás lo sepas y requieras
algunos otros detalles,
sólo te hacen falta,
el amor y aquellas otras
pequeñas muertes que inventamos.

A versos

A versos te recuerdo,
a veces te quiero demasiado,
no vayas a llegar con tu ausencia
en brazos, no me digas nada
que sea todo lo que hiere y profese.

A veces escribo sobre tu espalda,
a veces eres un poema,
a versos sólo algún obituario,
que pretende escribir jazz
y muertes vanas, partituras
del dolor y lágrimas.

Te siento

Te siento desnuda y ajena,
al borde de los ecos, juntas los pedazos
de otros fonemas para siempre.

Me iré cuando acabe este orgasmo,
para volver sólo si has partido,
y dejarnos siempre como nunca.

Te siento, debo decirlo,
lejana como las voces en celo,
perdida en algún otro soneto.

Te siento cada verso menos,
te escribo sólo para dejar constancia,
que esta noche fue y dejará de serlo.

Me iré, días y noches, me iré,
contigo en el bolsillo,
al menos en aquél poema.

Te siento y no, te escribo,
después de esta noche noche,
no te olvides del amanecer conmigo.

Me iré pues hace mucho,
demasiado, que ya no estás,
no te siento cuando eres y menos hoy.

Te siento desnuda y ajena,
perdida en algún otro soneto,
terminemos de partir al menos en este poema.

martes, 2 de agosto de 2011

Poema para alguien

Escribo para nadie,
para ser leído por ése alguien que desconozco
y muero, para escribir los sueños y las venas,
escribo para alguien.

Escribo para serte nadie,
un inconexo filamento de los duelos,
escribo para serte y nada, morir
alguna vez siquiera, no de muerte,
sino de algunos versos.

Escribo para alguien,
quisiera saber quién y cuándo,
tal vez reconocer tu acoso, y decir
el amor muere dos veces en sonetos,
escribo para alguien.

lunes, 1 de agosto de 2011

Estás ahí justo aquí

Estás ahí, en el versículo
33 después del verso triste,
estás aquí debajo del landó,
nunca antes y siempre por ahora,

sólo el vino y lo relojes
saben de tus dedos,
estás ahí en el trueno virgen,
en la emoción sórdida,
cantar para morir y morir sin ser sido,
estás aquí en los buenos días,

haciéndole falta a las ventanas,
rezando santos y terribles óleos
para estar despierto cuando amanezca,

amanecen muertes,
estridentes y mágicas,

estás ahí, después de la gloria eterna,
en el reglón perverso de la frente divina
y como nadie, en un lugar privilegiado del olvido,

estás ahí, a unos cuantos kilobytes,
para recorrerlos al son de almohadas,
estás y no estoy, y no le hago falta a nadie,

nadie siente relojes permanentes,
baratos arquetipos y procesos sin fiebre,
estás ahí justo aquí.

jueves, 28 de julio de 2011

Fragmento de los sueños

Iluso fragmento el de los sueños,
iluso por los bordes sonoros del silencio,
y por dibujar sobre tus ojos
cantos de metal y llanto,
y aquéllas lágrimas que escribo.

Pues lo sabes y no lo sueñas,
y lo consideras durante el orgasmo,
escribirte nunca para que me leas siempre,
dejar un poema bajo la sombra de un acanto,
sombra sin sol ni detalles personales.

Iluso efecto, intruso aquel sentimiento
raro y bueno, amarte como nunca y siempre,
frases de lluvia y truenos elegantes,
para recitarlas sólo cuando aprendas
a morir sin miedo y después de un luego.

miércoles, 27 de julio de 2011

Te muero


Te muero y cada vez menos,
porque existen cuentos no desdenes
y algunos otros en tus celos.

En el azul destino se escriben
algunos otros, equis de par en par,
poemas rotos y truenos fieles.

Te muero porque no he muerto todavía,
y la vida es aquello que escribo mientras,
porque nadie detiene luego su lamento.

Nadie soy a versos y nadie es menos,
algunos otros, equis y cadenas en desorden,
nadie y todos para amarte, nadie por ahora.

Te muero porque a veces te he vivido,
porque a versos también te vivo,
te muero para morir contigo.

Aquello

Lo que adjetivas,
lo que miras y no amas
y por encima del hombre llamas,
lo que has muerto con tus manos
y resucita tu desprecio luego.

Aquello que destrozas y desdices,
aquél oscuro anhelo de morir
tus viernes y emprender olvidos,
ni siquiera los dados ruedan
ni aquella corona hace rimas.

Lo que amas y no muere,
lo que se escribe al cabo de un lamento,
nunca y después de los misterios.

Lo que anticipas con la mirada,
lo que he escrito sin sentirlo,
mueren los versos al leerlos.

Muere el sentido común
e invento formas de vivir y miedos,
sólo para buscar la sinrazón
de vidas que se asumen felices y desdenes,
y cuentas un cuento en el que jamás sonríes.

viernes, 22 de julio de 2011

Miedo

En el medio y en el borde,
donde los hunos han muerto
y la raza no sea un macabro invento,
detrás de las paredes de miedo.

Dejar el miedo en la cocina,
para amansar recuerdos y velos,
y tocar el alma con los dedos
para dejar los sueños escondidos.

En el medio del miedo nacen,
algunos poemas sin puertas
y recuerdos que amaste.

Que mueren por indignos,
crueles fonemas para nadie,
la necesidad de recordar los miedos.

Estoy contigo

Estoy contigo,
léeme despacio y sin pastillas para dormir,
léeme con nostalgia
y sin ecos personales.

Estoy contigo cuando no
y cuando estoy, tal vez,
como hasta ahora haciéndote ninguna falta,
amaneciendo por las noches
dejando que el vino hable y sueñe
por nosotros.

Estaré contigo cuando nunca,
y cuando siempre no lo sé.

jueves, 21 de julio de 2011

Tiempo

La imagen de los sueños,
el desorden de los minutos
y sus segundos comatosos,
todo en orden caos también.

La estructura de los ecos
para callar por cuenta propia,
esto de herir con palabras
y blandir espadas nimias.

La noción del tiempo,
indigno y pasatiempo favorito,
el cruel lamento de los siglos.

Cómo cerrar un poema que nunca
lo ha sido, cómo dejar de hacerlo,
cómo crear un recuerdo de la nada,
y aún así jamás ahuyentarlo.

El tiempo y sus detalles
innegables, el tiempo y lo que pase
mientras tanto, el cómo y el quizás
en previa fase del recuerdo.

Así se escondan las palabras
y cada vez nos digan menos,
menos segundos y menos espacio,
nada en un todo muy soso y frío.

Tanto orgasmo y tú en silencio

Tanto eco y tú quejándote del viento,
tanto yo muerto y tú buscándome,
tanto verso y tú leyéndome.

Tanto pueden tus dónde,
tal misterio de amarte
por sobre los obituarios.

Tal espacio para nadie,
sólo para amarte
en tal proverbio juntos y nada.

Tanto eco y tu callada,
tanto orgasmo y tú en silencio,
tanto verso y yo muerto.

lunes, 11 de julio de 2011

Después de algún orgasmo u obituario

Déjame en el rincón donde los poemas
han muerto de aquella sonrisa no descrita
y renacen para hacerte diosa joven.

Deja amanecer y serte fiel
con engaños y mil mujeres a mi lado,
con la fresas rojas de los besos de otra.

Déjame despertar de tus sueños
con algún impío destino
deja que te hable con jamases de oquedad.

Te quiero como se mueren los relojes,
la intención amante de contar tu tiempo
te quiero lejos donde me hagas daño amor.

Ilumina aquellos dioses que me entregas
con ecos y papeles vanos,
que te nazca bueno en cada encierro.

Que tus sueños sean conmigo
para despertar y destruir la realidad
contigo, sin ecos del suicidio.

Te quiero, deja pues aquellas
palabras sobre tu sien
y juega con el silencio como nunca.

Sé aquella línea del poema puro,
para ser leído por igual,
después de algún orgasmo u obituario.

viernes, 8 de julio de 2011

Los días duelen lluvia

No toda forma de amar tiene tu huella
no toda escritura fue sobre tu piel,
no todos los ecos provienen de tu nombre.

A veces te creo y te desdigo,
jamás desierto, jamás en vela,
a veces los días duelen lluvia.

No todo pecado lleva tu cruz,
no toda esperanza ha muerto,
no todo eres tú.

A veces emerges, a veces te has ido,
nunca más el partir a que me dejes
nunca después de aquellos besos.

No todo lo que no he sido, seré,
no toda muerte me pertenece,
no todo verso te será cruel.

A veces no todo es amor,
a veces los dedos, las pieles,
a veces tú en el fuego, a veces.

domingo, 3 de julio de 2011

Poema XXIII

Escrito en una porción de
papel ceniza
formas de papel en el balcón
destino morir en avión tú

cruel de la nostalgia
relojes en vela
dan nombres de siluetas

cuánta noches aún
en venas
cualquier escritura
desciende para verte

te cuánto tanto y todo
aquello o lugar y dado
condición de amante
primero muerte nada

cuánto y todo
cuentos versos eres
y luces sonrisas papel

te quiero viernes
y cada día soledad
cada noche tanto ...

miércoles, 29 de junio de 2011

Poema amanecer

Cada amanecer es una cruel despedida,
es un cruel recorrido de versos y sonrisas,
sabemos pocos nombres,
muchos de ellos impersonales y veredas
salvajes, sabemos de los orgasmos,
pero el cieno carcome noches
y no devuelve templos ni papel ceniza.

Cada amanecer deglute
noches y vientos en la sien,
sabemos nuestros nombres por los gemidos
del sexo y del café, fieles en tanta
incertidumbre.

Sabemos que las puertas se entreabren
para cerrarse, para dejar prisioneros
sin versos rotos, sin ningún pecado,
te sé casi tanto y nunca que jamás
es tu destino y te quiero sabiéndote así.

Tengo tu sonrisa en mi reloj,
y tus dedos en algún otro poema,
tengo algún amanecer barato y ausente,
te sé por tu nombre y por los cuentos
paralelos que nunca te escribo.

domingo, 19 de junio de 2011

Te he soñado

Para ella, aunque desdiga
nuestros puentes y no haya
aprendido a soñar despierta.


Te he soñado con aroma de muerte,
con el veneno recién escrito,
abajo tu lengua, arriba los días
y el silencio, las noches apenas
oscurecen el deseo y mueren.

Sueño con despertarte de alguno
de tus sueños, de aquellos
que hemos inventado y te duermes
para olvidar, sin mirarme.

Te sueño cada tanto y mucho,
cada viernes y cada vez
con menos versos,

te sueño en algún otro sueño
verde y moreno, con tus besos
tiernos, te sueño y te escribo
en un mismo verso nacido en sueños.

Te he soñado tan hermosa
que pude haberte soñado mía,
tan buena que los versos brotaban
de tus labios con besos y escenas
de olvido marchitándose deicidas.

Te sueño desde aquél sueño
que muero para renacer contigo.

sábado, 11 de junio de 2011

De esta soledad

De esta soledad me he ido,
cuando llegabas como turista
y te hacías bella en tu ausencia,
me fui con poemas en la lengua,
tan malos que padecen de no amarte.

Me he ido, los días y las veredas
lo saben aunque calen en tus dedos
y sean las flores las que no respondan,
de luz de o de poemas, de seguir amante.

Me fui con la oscuridad que edita
tu lengua, con los amaneceres en tus ojos,
dejando nuestra soledad sola y hermosa,
ni siquiera el jazz sabe cuánto.

De esta soledad me voy para volver,
con menos versos y más piel entre mis dedos,
deseo tu vientre para saber si el paraíso
existe también los viernes.

lunes, 6 de junio de 2011

Somos palabras

Tan sólo somos palabras,
tan solo de tan poca soledad,
y toma mis manos,
transforma mi oscuridad
en doce luces oscuras.

Tan sólo somos,
el vino y el firmamento,
el bien de doler la herida
como regalo y como nadie
lo ha hecho, fríamente.

Te he visto sola,
a la luz de la luna,
van y vienen priapismos,
se retiene el semen y tu lengua,
sin boca que ahuyente
algunos malos pensamientos.

Te he visto, azul y triste,
en conventos hechos para ser,
parte de los días y la noche,
despierta aquende para verte.

Somos palabras rociadas por el vino,
y somos en vano millones de puertas,
sin ser abiertas muertas, sin verte,
somos sólo la soledad nuestra,
y nadie lo supo en verdad.

Somos palabras que hemos
muerto y renacen cada noche
en algún orgasmos nuestro o no.

viernes, 3 de junio de 2011

Tal vez me creas

Tal vez me creas,
donde nunca habrás de morir,
tal vez me leas
en plena armonía del abandono,

tal vez leas los fragmentos,
todo en tu voz,
adolece de placer sin seso
y toda noche ha salido sin ecos,

toda esta humanidad,
que soy a veces aunque mueras
de amor y no te importe,

el deseo de pecar es tuyo
cuando eres mía.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Nada más que tu amor

Huye de mis labios para llegar
a mi lengua, haz de los días
pasajeros sin alas, es mejor
el temor que tu enfermiza duda.

Huye conmigo lejos de mis deseos,
construye sonrisas y déjame
escribir al son de muchos ecos,
no vayas a abandonarme nunca.

Uno de estos días, ligera de milagros,
huirás conmigo en busca de caminos,
y encontraremos nada más que tu amor.

Si detienes el tiempo y no estoy,
si en busca de nostalgias, has perdido,
no vayas a perderme a mi también.

Huyamos con o sin nuestra ausencia,
dejemos de contar cuentos de sangre
y devora mis noches y quiéreme así, bien.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Palabras varias: Escribo

Palabras varias: Escribo: "Escribo para encontrar las palabras que escondes en mi lengua, con besos y mieles, con el seso herido. Escribo para dejar de ser indifere..."

Escribo

Escribo para encontrar
palabras que escondes en mi lengua,
con besos y mieles, con el seso herido.

Escribo para dejar de ser indiferente,
y no prescindir de tu boca en cada amanecer,
escribo con mis dedos en tu frente,

para dejar tus manos asesinas,
para dejar de ser, entre tanto
profeso al día y reclamo tus cardos.

Para dejar el ser y ser contigo
en versos menos tristes con miel
y serenatas breves que tu piel decanta.

Escribo y tus ojos ya han leído
cada línea perpendicular al olvido,
y cada fragmento con diversas apneas.

Escribo, bien sabes cada cuánto,
desconoces mi semen, y así
te quiero con sangre y venas.

viernes, 13 de mayo de 2011

Poema sin numeración

Estos versos que mueren a veces,
son días en acasos constantes,
las equis vienen de mis sueños,
que no sueño contigo ni para nadie,
vida que escribo con versos al revés.

Esta escritura no lo es tanto,
ni tus besos son del todo tuyos,
la verdad escribo con el ciego anhelo
de dejar de hacerlo algún día.

Voy por los caminos y cuelgo tu retrato,
el hiriente marco se encarga de las heridas,
y las voces que cosen recuerdos en mi lengua,
son apenas olvidos muy distintos distantes
a la luz de cualquiera de tus ocho lunas.

No soy un eco, no parto las palabras,
sí espero al tiempo con devoción de minutero,
y desdigo los puentes que habíamos creado,
sólo para que el dolor se llame breve,
todo contigo es un nada por menos besos.

sábado, 7 de mayo de 2011

Cuando te ame cruel

Lugares somos y huimos para vernos,
este eco, esta libertad acotada
a contraluz y luce mi vida
algunos cardos que llevan tus besos.

Te quiero en estos bordes de la agonía
y en el perverso anhelo,
de juntar tus ojos a la noche,
y mirarla sin miedos, juntos y distantes.

Escribo con los ojos, digo, así los segundos
rocen tu piel, buscando ecos y murmullos,
camino y ausento tu soledad en cuentos.

Esta fiebre cálida, tus besos y el pecado,
todo en una muerte que sea soñada,
que agonice cuando te ame cruel.

jueves, 28 de abril de 2011

Poema siete

No me arrepiento de haberte amado,
no sé si alguna vez lo hice,
ni me arrepiento de ello.

Aunque seas devota de mi ausencia,
y te guste verme regresar con muchos dedos,
algunos llevan el aroma de tu piel,
de tanto acoso, otros han muerto con tus besos.

No me entrego al olvido,
ni desisto, el viento tiene
un frío comprensivo y tus ojos,
turbios estíos.

Aunque surjan nuevos rencores
y tu cielo no guarde mis palabras,
igual habrás de soñar con el nosotros,
con nuevos dedos y algún alivio para tu sed.

No despiertes de tus sueños,
si algún recuerdo aún conservas,
en el que seamos aparejos del tiempo,
destrúyelos en un orgasmo.

Aunque no hayamos pecado
lo suficiente, ni el partir hacia ninguna parte
sea del todo nuestro, huyamos para vernos lejos.

No escribas ecos ni lenguas
que no hayamos dado.
Son muchos los destinos,
elige alguno y no te arrepientas.
Del olvido me encargaré con nuevos versos.

viernes, 22 de abril de 2011

Sabes que te amo y no lo sé

No sé si te amo o  es que
solo desciendo del infierno
para verte en falta.

Si despojo tus accesorios
de la desidia, es porque
aprendí a tocarte libre.

No sé de las pasiones
ni demás sentimientos
que imitamos juntos.

Si te vuelves una diosa
en mitad de la noche,
llévame lejos.

No sé de las vocales
que se inventan los orgasmos,
ni en los detalles de tu ausencia.

Si me escribes y no te leo
y los dónde se funden
en mi boca, es porque te extraño.

Sabes que te amo y no lo sé.

jueves, 21 de abril de 2011

Déjame una palabra que no tenga ausencias

Déjame una palabra que no tenga ausencias,
que no lleve tu nombre, pero haya sido
creada con tu boca para repetirla noche
y noche y se lleve la angustia.

Un paraíso perdido con los ecos y que
tal vez te invente dioses suicidas,
pues los tuyos han muerto, nadie sabe
cómo esquivo tu atardecer contigo.

Déjame un verso bueno, una forma de pecar
sin remordimientos, este dolor morirá
algún día, decide cuándo y cómo.

Una escritura sobre tu piel que lleve
sangre y vino, que pueda beberla contigo
y al leerla seamos para siempre.

domingo, 17 de abril de 2011

En mitad de algún orgasmo

Quiero saber de tus piernas,
qué ha sido de todas las formas
que inventamos para amarnos,

cuántas noches más habremos de amanecer,
quiero saber si las cicatrices se detienen
de tanta oscuridad compartida.

Quiero que me digas nada,
que con silencios y con susurros
desdigas nuestros puentes.

Si alguna vez compartimos un verso,
que sea para leerlo en voz alta
y no en mitad de algún orgasmo.

domingo, 10 de abril de 2011

Hoy

Hoy terminé mi recorrido
por tu cuerpo,
tan fácil y sincero
que pensé que mis dedos
eran tuyos.

Hoy te recordé
a cantos de metal,
a ratos y equivocada, sintiendo
las flores en tus labios
y el veneno sucio y bueno
de tus dientes.

Hoy voy a escribirte
de mil colores de formas
que nunca olvido,
que las conservo para darte
un verso fatal más entre tus piernas.

Pues sabes que hoy te quiero
lejos y ayer, cuando estás cerca
y creo todo lo que ocultas,
escribo extintas frases tuyas
donde me amas dos versos menos.

Para ser contigo, hoy y a veces ayer,
cuéntame tus oscuros deseos
a la luz de tu lengua, cuéntame
entre las dudas que haces para siempre,
que sean pasajeras y que yo sea tuyo.

jueves, 31 de marzo de 2011

Poema uno

Soy el desorden de tus besos,
los fragmentos suicidas que olvidas
en tu pelo, todos los orgasmos
lelos y los buenos.

Soy tu perdición y tu comienzo,
lo que destruye y crea cicatrices
en tu piel, soy tu vino siempre.

Soy el fin de tus besos y el principio
de tu pasado, todo lo que te arranque
del abismo y lea versos entre tus piernas.

Una día voy a ser yo mismo,
ése alguien que te ama sin saberlo,
con una agonía profunda en tu dedo.

Voy a ser el que no ha sido contigo,
el que demora su tiempo para serlo tuyo,
porque soy lo que nunca he sido.

lunes, 21 de marzo de 2011

Amarte sin comienzos

Pasas, me transpiras, vuelves para hacerte de noche,
y me transparentas sin remedios,
cada velo que ocultas y la saliva aún fresca,
la de tu boca fresa, la que me puebla de costumbres,
esa rutina de amarte sin comienzos.

Y de repente miro por sobre tus piernas,
al parecer un pésimo don de gentes,
al pacer de las mieses y el repentino acoso,
el de tus ojos, cuán terrible es tu ausencia,
qué feliz encuentro si tu mente aleja malos pensamientos.

Pasas y me pesa tu agonía, me pesan tus párpados,
todo aqueste, los hombros llenos de frío y miedo,
pesa saberte lejos, más cerca de lo imposible
pero lejana a mis dedos, y quién te cuente
versos libres y negros para dormir conmigo.

Y esta boca que desea tus ojos pasajeros,
la vida contada y viva, para sentir tus besos,
que pasan sin desidia, boca que desprecia tus labios
y ansía tu lengua la que dibuja mil instantes
en tus dientes y aprende a vivir sin truenos.

Soy apenas un cruel aprendiz de tus partidas,
de los ecos sin vulgares gemidos y de la fiebre
fría y hermosa que me dejas, soy el viernes oculto
a tu domingo y esa banca vacía de tanto hablarte,
soy el verso nacido para amarte sin comienzos.

sábado, 19 de marzo de 2011

Eres

Para ella:

Desnuda, sueño imposible,
describe las notas,
detiene aquello sin nombres,
sin necesidad de réplica
y lo mejor de los años juntos.

Todo es parte y mezcla sus manos,
aparenta miles de versos en su sien
y días en vela para cien nostalgias,
noche en el día, cigarro en el gesto,
todo a veces requiere un hasta luego.

Eres la misma de lugares y digo
para qué partir si estando cerca
estás tan frágil, de miedo, de cariños
terminales y las palabras justas
para serte un digo ayuno.

Si me vas a hacer falta cualquiera
de estos viernes, cuando elijas
otro cielo para mirar y deslices
una a una tus cicatrices, símbolo
de la vida en reversa, nuestra vida.

Eres a un tiempo gitana en celo,
región incomprendida la de tus piernas,
ese origen de amar como nadie,
ese grito negado, doncella
esquiva cuéntame otro verso, desciende
en armonías para escuchar tus senos.

Sabes y lo sabes, vientos a favor,
cruces desdenes y amagos lunares,
fríos acertijos que requieren de tus besos,
para resucitar y serte fieles, aprender
a quererte sin equívocos ni mares.

Poema V

Una vena en el rincón
sangrante, un adjetivo
esquivo para obviar
y decisión de antes.

La vida como río,
es la vida de quién
escribe y huye,
la escritura de los días.

De una cuerda caen
los niños en recesión,
nombres futuros en desorden
y buitres cansados.

De una vena
también se siente,
no toda sabiduría
posee sentimientos.

De un circo nacen los ocasos,
y entretanto dormito
bajo la lluvia y desdigo
versos sin pasión.

De estas letras pasajeras
se libran los entierros y desidias
pero parten y vuelven
a morir para nadie.

viernes, 18 de marzo de 2011

Poema olvido

Y poro a poro, después del dónde sonoro,
me levanto del mismo sonido
para terminar en tus ojos,
de la inercia del olvido al
oculto entierro.

Cuando decides aquél misterio,
cuando lo concibes verde y sereno
y te pienso así sin nombres,
mieles y roces, a veces en tu piel,
otras noches tu vagina hiriente
desnuda un verso y lo devora fuerte.

Ahora lo terrible y bueno en tu grito
de niña, el desdén pasajero de tus dedos,
la ingrata ausencia y cada uno de tus
bienes intangibles sin firma ni fiebre,
los cuento y descuento en tus besos.

Aunque alguno de tus poros
emane fragancias dolorosas,
y no vuelva a verte en cualquier parto,
ni descienda del infierno para amarte.

Aunque te quiera sin sentido y ya no sienta
amor en tus palabras, aunque
algún asunto me aleje y te elija
entre todas, igual habrás de olvidarme.

sábado, 12 de marzo de 2011

Poema inconcluso

Una vida que me sea dada,
un lugar adonde huir y me rechaces,
una herida que sea nuestra para arrancarla
con los dientes y sentir
aunque lejano y añejo el sabor de tus besos.

Dame los días viernes, los jueves llenos
de ingratitud, dame algo tuyo que guardo
en mi mano y no me pertenece, dame los versos
que te escribo y no son nuestros,
dime cómo sin relojes mejoras los segundos
y destruyes las horas.

Dame los últimos bocetos de tu mirada,
y que empiece la vida juntos,
que sea una y no vuelva a perderla,
hasta el fin de los finales
donde te espero a veces.

Sonríeme y piensa en los ojos que miran
tus palabras, que escriben acerca de tus lágrimas,
que se pierden en versos alegres y fríos,
de mil colores y sin sentido,

piensa en los ósculos y en aquél corazón
sin cavidades, en mis años desvistiendo
a la soledad y seduciéndola a oscuras.

Una vida que me sea dada, que sea nuestra
y buena, una vida paralela a la nostalgia,
y vuelvas a ser la diosa del silencio,
para callar de amor y solo exista
tu voz en después todos los acertijos.

Piensa en todos los detalles,
piensa también en ...

viernes, 4 de marzo de 2011

Brindemos

Para ella:

Por tu imagen, por el soplo cardíaco
en tus riñones y eso que devenga
y cura cicatrices, por las veces
y las horas perdidas por deshonra.

Por el pan vino y la ausente copa,
por las flores y los dados eternos,
brindemos también por tus razones,
por el gemido eco y el orgasmo lelo.

Quererte con distintos nombres
y amarte de una sola forma,
que el vino olvide aquella sombra.

Que seamos muchos años,
que sean crueles y felices,
préstame tu voz para amanecer
cada uno de mis días.

domingo, 27 de febrero de 2011

Escrito tras tus párpados

Estás ahí como nadie,
como nunca antes,
dichosa y buenamente,
y yo escribiendo tras tus párpados.

Estás conmigo, detrás de algunas vocales,
desde el principio hasta el ocaso,
y te vuelvo un ángel,
conservo tu nombre y mi semen,
ambos faltos de malicia.

Como acertijos, como gotas en tu vientre,
indescifrables y hermosos en la noches,
realmente una buena parte de nadie
como nunca antes, así queriéndote.

Estás ahí, en los ocasos y en el rudo viaje,
sabiendo que sólo las consonantes te libran,
creyendo en un loco, en los heréticos dictámenes
de la duda y el recelo, de tus ojos en el miedo.

Estoy aquí, me dices,
y apenas un lobo yo se ausenta,
animal confeso manando sangre de tu costado,
duelo en el quinto ruedo, te dan ganas de volver,
me finges y todo desaparece en un do profundo.

Si sabemos las mismas llagas, si lamemos
las mismas heridas, y estamos en el mismo lugar,
si te vas y vuelven los días,
si me quedo con agonías casi nuestras,
dejo de quererte, sin comas ni puntos a favor,
si te duelo en un verso.

Estás conmigo, estoy ahí, juntos como nunca,
fuertes de costado, estamos dando los últimos
suspiros para olvidarnos, olvidando de frente
la vida un poco corta, haciendo un fuerte
para desearnos lo mejor, una mentira más
que a nadie dañe, un siempre recuerdo siempre.

lunes, 21 de febrero de 2011

Te escribo para volver a amarte

He escrito palabras desde tu boca,
las he tocado con tus manos,
he puesto una corbata de papel
en tus labios y ha dejado
de ser tu boca.

Te he dicho los silencios más puros
y he callado algunos orgasmos,
cuando ese yo no vuelva a verte,
cuando me seas la misma diosa del fin de los finales
y te escriba a ratos, desde cualquier desidia.

Pues me has hecho bien cuando reías,
cuando mi llama dejó de brillar solitaria
y fueron tuyas las cenizas,
te he descrito sin aquellos ecos rudos,
sin almohadas al costado de tu llaga.

Pues hoy te encuentro de colores,
de formas que no se olvidan,
con las flores en el pelo y tu vuelo
fuerte hacia mi vado, todo frágil,
todo es tuyo para hacerlo bueno.

Te escribo y casi nadie lee ni se detiene,
casi tanto y tanto que doncellas de otros tiempos
van y vienen, sin memoria y sin sentido,
haciendo yo las veces de profeta,
queriéndote sin saberlo, al costado de tu llaga.

Pues recuerdo acertijos y nostalgias,
registro tus pasos y huyes dando cuentas
y temibles paralelos,
eres el viento a mi favor y la tormenta que me sangra,
pues recuerdo hace tanto y casi nunca tus caricias.

Te he escrito siendo bueno, apenas un infante,
dorando tus dedos con mis venas y yendo
de tus piernas a la luna, con sabores perros
y la frágil escritura de tus senos,
ese porcentaje de palabras que callo para nadie.

Te escribo porque te veo en todas partes
y callo enteras frases, pues eres una y ninguna,
cómo hablarle a un fantasma que desconoce mi semen.
Te escribo para volver amarte, para que vuelvas a ser
una línea sin palabras y las invente una a una.

domingo, 20 de febrero de 2011

Te amo sin miedo

Exactamente lo que no temo
son los días de ausencia,
de tus huidas, del blanco seso
sin noches en vela.

Y temo tu compañía ausente,
la misteriosa luna que se queja
de tan poca oscuridad y no tiene
algún recodo para iluminar

tu silencio, hecho de libros
muertos, tal misterio
para tanta decencia.

Temo tus pasos viniendo de lejos,
te muestro los míos sin necesidad
de llanto, te amo así, sin miedo.

martes, 15 de febrero de 2011

Poema quiero

Quiero que recojas vinos y amores
y te levantes después del sexo
para besarme.

Quiero ver cómo tus dedos
aprendieron a dibujar
tu silueta a la luz de ninguna luna.

Quiero y bien lo sabes
inventarte una palabra
sin vocales ni consonantes,
pero con muchos orgasmos

que sea tuya, con o sin renuncia,
que sea fácil de olvidar
para que la recuerdes siempre.

Quiero silenciarte con palabras,
con mi calma y con algunos susurros
de arena, prisioneros en tu oído.

Quiero todas las gotas de lluvia sobre tu velo
y tu agonía marchitándose de tanta humedad,
quiero que humedezcan tu risa y ensueño.

Quiero escribirte sonetos
en cada amanecer,
para que los aprendas de memoria
y los devores por las noches
cuando el miedo esté debajo de tu cama.

Quiero que aprendas a leer
entre líneas lo que a diario
te escribo y cierra cicatrices,
te darás cuenta que no es mucho
ni muy poco.

Quiero entrar en tu vida como
un silencio, que te cale hasta los riñones,
ser verde y celeste, y tenerte siempre
ruidos ecos y el bullicio muertos,

tocar tu oído sin que repares en ello
y quiero que no escuches mi ruido
y cantes a capella mi silencio.

Quiero tanto y casi tanto,
que no entiendo muchas cosas
ni comprendo si te quiero para amarte
o es que te amo desde siempre.

jueves, 10 de febrero de 2011

Poema cinco

Tengo cinco mariposas con tu nombre
una a una despedazan mi vuelo
con su inocente aleteo,
a veces las guardo juntas en mis bolsillos
y emprendo único recorrido hacia tus muslos.

Aquella que tiene el color del fuego
lame mis heridas y sintetiza en un do,
amarguras y melodías indecentes.
Otra escribe con sus alas acerca
del miedo y destruye mi soledad con palabras.

Cuando en su mirada hay un día terrible y bueno,
la más joven de todas, me enseña
a soñar, a perderme en imágenes lejanas donde
el vino es dulce y tus recuerdos son destinos,
también delata tu hermosura en cada amanecer.

Esa mariposa que va y viene, se posa
indiferente sobre el tiempo, reposa sola
y tienta mis acertijos, olvidándolos en un instante,
viene y me dicta versos al oído,
sonetos de trueno, romances de satán y fuego.

Tengo cinco mariposas con tu nombre,
la que es azul y lila,
la que sabe de jazz y de ternuras de infante,
ronda mi rostro en busca de sonrisas,
conoce todos los susurros, los de arena y llanto,
y ama los renglones que a diario se ciñen en tus muslos.

Tengo cinco mariposas
cada una lleva tu nombre en sus alas
y en sus aleteos parte de tu voz,
las tengo aquí junto donde hubo soledad,
hoy se dibujan como poemas sobre tu piel.

martes, 8 de febrero de 2011

Te quiero para amarte

Si estás algunas veces
presente en los colores
de la mentira y el ocaso

si te toco cuando partes
y me dices con los ojos
hace un tiempo amante.

Es el mismo segundo
cuando yaces de soledad
en las veredas salvajes.

Si estás en un poema,
de las blondas a la luna,
del rumor a los riñones.

Si te quise por nosotros
y amé hasta la enésima
nostalgia, así de nuestra,

como esas silentes palabras
sobre tu frente, al costado
de tu velo y siempre tuyas,

si fueron verdes de alegría
y sobre tu cuello existen
otras tantas aún calladas

y las dices con mis ojos
y las tocas con tus manos
para comprender que agonía

hiriente compartimos en la cama,
cuál de ellas nos suicida,
cómo las escribo de madrugada.

si eres única en esta vida
y otra en melodías de fiebre
amante, de colores pura,

y olvidas todo siempre
y te ensordecen los susurros
que salen de este cuarto.

Si estás algunas veces
pura en la nostalgia,
única hermosura para verte.

Si te quise más que a nadie
y estos versos tardan en llegar
es porque te quiero para amarte.

sábado, 5 de febrero de 2011

Poema saxo


Es el diseño de tus manos,
es todo el tiempo,
dos minutos por segundo,
cómo despliegas voces de arrullo.

Es la verdad de tus mentiras
y los ocasos juntos
es uno de los líquidos orgasmos,
son las hiedras sobre tu labio.

Pues huyes del metal
haciendo las veces de niña y ausente,
en madrugadas silentes
en algún territorio negado
a esas fiebres, ese bocado de nada.

Pues habrás de contarme
dónde has ido, cómo has decidido
olvidar tu futuro,
haciéndome la idea que nunca fue tuyo.

Son las veces que te invento
con un fondo metálico de jazz,
jaspeando y detalles cuántos,
doncella del alma en vela,
enséñame el final de esta historia.

Son los dedos rojos de rubor,
cuando acechan poro a poro,
cada una de tus pieles,
y todas a un solo grito de placer,
óyelo pero no apagues ése cúprico sonido,

cruje junto a mi, diseña
una sonrisa, que yo
invento palabras alegres
que te hacen llorar,
y diseño tu silencio con versos.

lunes, 31 de enero de 2011

Llévame lejos

Llévame lejos, pon una ele de más en mis venas,
un bis paralelo a los te quiero que tramas en la ducha.

Suelta todos esos nombres silentes y miserables en las noches.
Siénteme fácil, hay dos bocas en tus besos y cuentos cuentos.

Que las dudas sean cortas y no rompan los huesos
y en este invierno ardiente se desmoronen los ortos.

Que grites mi nombre a falta de mejores versos,
doce veces a las tres y juntos los viernes sin seso.

Llévate también las tumbas llenas y vacía la luz angustia,
perdona los desiertos y aparenta calma en los velorios.

Llévame lejos donde tú no estés,
pero cercano a aquel lugar donde sea fácil encontrarte.

Poema escrito


Quiero escribirte notas dulces
y líneas perpendiculares a tu olvido,
algunas vocales fuertes
para que las juntes con tus bragas.
Quiero entre las brasas de tus piernas
escribir orgasmos como en libros.

Disientas del abismo, mezcla de verdad
y muerte, cuando seamos
aparejos del destino, burles los
espejos para que nunca más seamos
burdas imitaciones de otros tiempos

Quiero escribirte palabras tiernas,
las aprendas de memoria y las
olvides por amor, que las lamentes
entre piezas del todo como un llanto,
pues poco importan durante el sexo
y menos aún en citas breves.

Quiero escribirte algunos
detalles de nuestra vida,
algunas comas desprovistas de puntos
a favor, y sobre todo estas vocales
que morirán algún día.

Quiero escribirte largas frases,
una al menos penetrará tu esquivo orgullo,
quiero que la leas con mis ojos
y que la devuelvas sin haberlas oído nunca.

Quiero escribirte, pero no sé cómo,
si realmente detienes pasiones
o tan sólo las destruyes,
quiero decirte ansias y dedos,
quiero en tu pelo todos los fonemas
si alguna vez me lees, olvídame primero.

sábado, 29 de enero de 2011

Poema siempre tuyo

Y tú corazón,
qué de las cosas menos oportunas,
quién encierra látigos y fines de semana,
para qué conservo días y legos
con tu nombre.

Y tú, llama inerte,
qué vidas paralelas te devengan,
cuál de las estaciones en tu risa
se construye de finos lirios
y para quién desdeñas cada viernes.

Para qué llevo versos en vez de lengua,
para quién escribo tersas notas
al pie de tu vagina,
y por qué te invento obituarios
dulces y alegres sin tacto de muerte.

Dime, para qué sirven tantos poemas
sin dedicatoria
y tales cuentos sin voz ni foto,
finge que te alegran
y yo haré de cuenta que son tuyos
para siempre.

Y tú, corazón,
pregona tu labio inferior
y huyamos que cada línea sea
un verso roto y la siguiente
poco a poco, tu dios lento y enano.

Tú, corazón,
entérate lirios y verdes fresnos,
que hay menos cuentos crueles
en el mundo que entre tus piernas,
que no te escribo,
solo te entrego versos sucios y rotos,
que jamás te he seguido, jamás dibuje
alguna silueta de luna,
pero recuerdo tu cuerpo como el de pocas.

jueves, 27 de enero de 2011

Poema ego

Partí mi pasión en pedazos
antes llamas hoy cuentos
pequeños en cenizas

un día decidí
que ni el vino ni los ojos
devoraran estos versos

Partí mi pasión en pedazos
la rehíce con la poca emoción
que me brindo un poema

rehíce huno a uno,
provisto de algas fieles,
de estruendos a sonatas

en la mano una sartén,
pista de avión,
poca cosa el volver.

En mi patio
encontré ausencias,
alguna pieza,
suborden de mi enigma.

Todo sucede cuando escribo
cuando se porta como león
mi propio ego.

martes, 25 de enero de 2011

Te quiero en esta guerra

Te quiero en esta guerra
Te necesito por las tardes,
sin fronteras que mientan

Te dicto versos al oído
Cuando nadie nos escuche
Y sepan cuánto te amo

Al lado de algún oficio
Al renglón de los viernes
Cuando me regales tus ojos

Te quiero en esta guerra
que vistosa y suicida
se empecina en vencernos

Te quiero más allá del orgasmo
Después de los quejidos
Tejidos en la almohada

Te quiero en esta guerra
Cuando nadie nos escuche
Al renglón de los viernes

Te necesito en las tardes
Clamorosas de seso
Cuando en mi odio cantes

Te escribo versos tiernos
Después del ritual del sexo
Mucho antes de las lágrimas

Te quiero en esta guerra
Que se muere por juntarnos
Que se suicida por las tardes

Te quiero en esta tarde
Te necesito sin saberlo
Ternura y canto amargo

Te quiero en esta guerra…

lunes, 24 de enero de 2011

Poema por piezas

Voy ocultándote
y te voy contando
notas de jazz,
olvidos en medio de tu jardín,
te oculto alguna meta
y te voy contando muy despacio,
recibe mis palabras callada
recibe las mismas por ahogo,
que lleguen por inercia.

Voy ocultándote
detrás de mis palabras,
delante de mis versos,
delatándote cuando me hagas falta,

Voy conociéndo
tu tirana presencia y esas
vías de emoción en desarrollo
voy cerca tuyo,
tuyos son, por ahora,
por entero,
los ceceos del sexo, esas
decisiones de almohada
compuesta de miles de sabores.

Una diosa más será tu enemiga
yo seré aquél,
un poco lejos,
que desvirgue tu razón
y recuerdes en los nocturnos días
con desidia.

Tal vez sea un poco cruel
tal vez invente dos caricias
tiernas en tu espalda,
y te escriba siempre en dulces madrugadas.

domingo, 23 de enero de 2011

Poema celeste

Sabes que te observo
y sé muy bien que no importan
las palabras,

no importa si detienes el tiempo
y vuelves de recodos llenos de sangre
ni cada uno de los doce susurros
que pasamos juntos.

Sabes que hay silencios
que se dicen con los ojos
y vuelves tuyo cada orden
para que parezca menos cruel

Sabes te observo aunque
a veces tarde en darme cuenta,
estarás bien cuando te llame
cuando quieras decir:
vamos juntos a olvidar.

Sabes te imagino y sueño
con bordes transparentes
y en la mano recuerdos ecos
asesinos del tiempo.

Sabes te observo
desde mucho antes de conocerte
cuando jugábamos a no vernos
inventando maravillosos desdenes

Sabes te observo
más cuando eres cadencias
de jazz y pura en la nostalgia

Sabes que te observo
desde mucho antes de conocerte
sabes que son muchas las vocales
y tan pocas las palabras
que hacen falta para amarte.

viernes, 21 de enero de 2011

Poema redondo

Tal vez te encuentre
en albas más claras,
en la redondez de tu belleza
siendo la misma,
sin el verbo aciago
ni remotas nostalgias,
sin gotas de licor en mis manos.

Tal vez te encuentre
subida en un letrero,
al ritmo del frío cemento,
igualando tu ternura
a escenarios más tristes.

Tal vez regreses en un verso,
te defienda del tiempo
y sea aquél que te escriba
por las noches
y en el día me seas indiferente.

Tal vez seamos un mismo
sueño y jamás despertemos,
jamás regrese escisión del verbo,
nunca jamás el partir a que me dejes,
y dejemos mentiras y cardos celestes.

Tal vez te encuentre,
seas la de siempre y no todos estos
versos que te invento,
seas la que ama demasiado en madrugadas,
la que oculta el llanto con su tacto,
ella, a la que amo tanto.

miércoles, 19 de enero de 2011

Dime qué palabras te hacen falta

Dime qué palabras te hacen falta,
qué desdenes me pertenecen,
dime cuál de todos estos poemas
que a veces son tuyos
te enciende y detiene.

Dime qué palabras
hacen que olvides aquella
sucesión terrible de segundos
sin sentido,
cuál de las pasiones mata menos.

Dame las partituras
de tu llanto para componer
versos alegres,
y sea la canción de cuna
que escuche cuando llegues.

Dime qué palabras te hacen falta
para inventarlas en tu boca
o coserlas a tu garganta,
cuál de mis vocales, tu vientre devora.

Dime sin son palabras
las que hacen falta entre nosotros,
si son letras vecinas o doce susurros,
cuál de estas palabras, antes muertas,
es la que nunca te olvida.

martes, 18 de enero de 2011

Esa ruta que me lleva a amarte

En ese remoto anhelo y en la frente
los dorados sueños, en tu rencor de virgen,
extraño el canto hiriente de las frases,
que callabas para darme amantes gracias.

Pues lo único que importe sea tu piel desnuda
y las caricias que habremos fabricado,
desentendidos de los diarios y planetas,
y ambos inventemos algunos nuevos susurros.

En lo único que creo
es en tus palabras, y me devuelves
estas palabras para atarme a tus manos,
cuando el dolor sea innecesario
y te devuelva dos sonetos por cada beso.

Pues lo único que recuerdan estos versos
es tu piel desnuda para nadie y tu esencia
para ambos, pues además dibujan puntos
tersos sobre tu espalda, para que nunca
más olvide esa ruta que me lleva a amarte.

Son las órdenes que emites sin cenicienta luz
y lo que encuentren mis dedos en tu piel,
por las noches y largas mañanas, seas tú,
pura ternura, dispuesta a para amarnos bien.

sábado, 15 de enero de 2011

Poema de silencios

Y es porque te escribo
que no sé cómo,
que por las voces
destino a razones huecas,
que por las hogueras reposas.

Por tus palabras bajo la almohada
por el mismo ritual del sexo
y es porque te quiero a veces
con restos de algún amor,

y es por que quiero amarte,
que tu silencio dejo la oscuridad,
para ser el preludio del sexo,

Y es porque transformas las cenizas
en mejores cosas,
la verdad de la muerte
en las mentiras de algún ángel.

Mis dedos apenas si llegan a tocarte,
mi voz junta los pedazos de tu nombre,
y los recita por las noches,

es por estos y algunos otros detalles,
que no comprendo, cómo y cuándo,
dejé de quererte para comenzar
a amarte, para terminar con las palabras
que se dicen en profundas avenidas,

para mostrar las venas sin pretender
matarme, para que no exista otro
escenario vacío en tu camino,

y describirte y escribirte como
un loco, cada borde incoloro,
cada poro que exhala romances y pasiones,
cada hoguera que calcina mis ayeres,
cada orgasmo que engendramos juntos.

Poema de un solo color

No vengo por palabras más tristes,
no tengo ardor en los espejos,
y tu reflejo apenas si devuelve el tiempo,

jamás te voy a dejar con una vaga sonrisa
ni sabré por que se mata en avenidas,
no voy a matarme en una cita,
ni dejar que el odio nos vuelva necios.

No vengo por menos palabras,
no creo en el amor con mariposas,
ni en los cisnes vagos del destierro,
a veces te quiero y solo eso,

pocas son las veces que vienen con verdades,
la silueta de luna que dibujas,
conoces bien de mentiras y daños,

no vengo de otro escenario,
ni creo en lo real maravilloso,
aunque lo lea y aprenda de memoria,

no admiro a ningún asesino,
esos que maten con la mano,
 es verdad que quiero amarte,
pero es mentira que te amo,

y no devuelvas mi agonía, guárdala,
que aquí conservo tus lágrimas
en breves pañuelos dorados.

viernes, 14 de enero de 2011

Aprender de memoria tus gestos

Y es por que quiero aprender de memoria
tus gestos, cada pecado que aparentas.
Y es que quiero saborear las comas y los decesos,
recordar cuál tus poros exhalo el último verso.

Y al caminar querré alguna doncella sin votos,
para callar cuando me hable, y comprender
que su llanto no le viene en gana, ni las alas
rotas le impiden llevarme lejos donde estos versos

le duelan menos y perezcan por otros
veintitanto por ciento más tiernos,
con alguna roja fresa en la boca
y el pecado alivio, olvidado y nuestro.

Llevarte a caminar y jamás el viento
destruya tus palabras, ni permitirle al fuego
devore tus sonrisas, pues el único
calor lo dictará mi voz, en un atardecer.

Y es que ya no importa lo profundo,
el calor del fuego incendiario en tus rincones,
ni ese color acre de tus deseos,
hoy me importa cómo tu imagen crea melodías,

como has derrotado cantos de odio
y sustituyes puñales por lanzas,
para defender nuestro espacio,
para convencerte que nunca dejo de serlo.

Y es para amarte como dejando de ser,
y verte en cada esquina con la esperanza
en el reloj, tu dado oscuro, oculto tras
tus fragancias, por las que te quiero un poco más.

miércoles, 12 de enero de 2011

Poema del Sur

Voy a salir de este antro de fuego y esencias perdidas
a caminar por las veredas verdes de alegría,
ni marfiles obscenos en las tiendas ni esas doncellas
madrugadas detienen mis pasos nuevos y recios.

Voy a salirme de mi mente, de mis recuerdos como
cuchillos en la sien y el corazón velado en hiperplanos,
y nadie más que tú dará cuenta lo que hago,

saldré para hacerme una idea de los puntos negados,
hasta ahora, de tu piel y de tus besos, cada legión
antes oscura, hoy refulge en mí, cada pasión y cardo.

Voy a caminar y en mis manos tendré una caricia,
conocedora de tus zonas erógenas, en mis palabras,
dispositivos humanos que reactiven tu sonrisa.

martes, 11 de enero de 2011

Poema azul

Sin el manto azul sobre tus hombros
nombrando recuerdos, dulces por el vino
y mirando dentro, encuentres por doquier
las buenas maneras, muertas en la cena,

y despiadada, esa tu cuarta voz, resigna claveles
para diámetros de faltas en vela,
un dato más a tu dado, el amor muere dos veces
en las noches, cuando callan los sonetos.

Uno de estos versos, morados y sanguinolentos,
se asemejan a ceceos de muerte, otros son
silbidos del pasado que dibujan las mañanas

con tintes crudos de arrinconado engaño;
todo lo que sangre y persigne anhelos,
todo lo que ame y no sea tu nombre.

lunes, 10 de enero de 2011

Intento

Intento marchitar las emociones
y mecerlas en anhelos de fugitivas verdades,
intento en las noches tocar las hebras
más tiernas de tu nostalgia amante.

Me enferma tu falta de emoción,
tu falta de sentido para cosas inoportunas,
las mismas que hacen reír a las gaviotas
y prenden fuegos de amor a cada mariposa.

Intento desplegar de tu matriz, los orgasmos
mas sonoros y atarte a mis versos dulces
y juntos asesinemos horas al compás de tangos.

Me enferma intentar amarte con palabras crudas,
despedazar canciones y hacerlas fuertes
en el diván deicida de tus amores judas.

miércoles, 5 de enero de 2011

Tengo para ti

Tengo para ti,
una habitación vacía
vecina de las noches,
esquiva a las nociones
y muy dentro, lagunas y ecos.

Tengo para ti,
diálogos inertes y frases de alivio,
para tus oídos acordes misteriosos,
para tus ojos cuitas suicidas.

Tengo
un dado de oro, una lengua perversa,
y otras lenguas muy vivas que suelen nombrarte,
tengo algoritmos para amarte y caricias tersas.

Tengo todo lo tuyo,
esas maneras de contar la ternura,
ese miedo transparente debajo de la cama,
y algunas preguntas orgullosas a deshora.

Tengo para ti
los silencios más profundos,
en mi cuarta noción de las bondades,
tu rencor metido en un bolsillo
y en mi frente tus besos mortales.

Tengo para ti
una habitación vacía,
en ella lenguas muy vivas que suelen nombrarte
y ese miedo transparente debajo de la cama,
y en mi frente tus besos y bondades.

martes, 4 de enero de 2011

Ahora que la noche absorbe sucesos raros

Ahora que la noche absorbe sucesos raros,
cuando creo que el amor es un perro sucio y negro
y el vino no es el de tu abdomen,
cuando hace falta alguna dosis de soma,

tu rostro esquiva firmemente dados de oro,
tu lengua solo anuncia relojes y cenizas,
muertos en el día, acomódate el pelo detrás el sexo,
están adoquinados tus recuerdos en la esquina,

ahora en las ventanas, aparecen frenesí,
uvas raras sin lamento, algún dios perfecto,
pero nadie a quien llamar de madrugada.

A ratos deseas la humedad del falo erecto,
cuando me entregues versos de sangre carmesí
se habrá muerto tu bondad encadenada.

Diría

Diría que existen hilos que corrigen tus palabras
zurcidos a nuestros desencuentros,
entre vanos versos y poemas engendros,
al final del verano, entre llamados de sangre.

Diría cuantas frases en noches de jazz,
cuando el café nocturno rompa cadenas,
diría palabras sin alma, prisioneras en márgenes,
única escritura que saborean tu párpados.

Diría me entregas desidia y cardos celestes,
diosa inconclusa en la perdida fuente,
donde encuentras mariposas verdes y muertas.

Dirías nuestro amor en instantáneas del alma,
en notas de jazz, en esa nocturna oscuridad,
donde se aferra nuestro amor en llamas.

domingo, 2 de enero de 2011

Instantáneas en el alma

Antes del amanecer,
mucho antes del rayo de luna
y del color de las flores,
cuando todo despertar sea en tus ojos,

te habré buscado en los rincones más burdos,
en las zonas efímeras del placer
entre azucenas y nostalgias.

Ahora eres tú quién buscas
estas nuevas formas, de querer
sin bordes, sin dados amargos,
este llamado al vino más profundo.

Y pretendes instantáneas en el alma,
quedarte para amar noches moribundas
y darme algún beso que enamore la muerte.

Pretendas fuegos y ardores,
búscame en otros versos,
que aquí se han roto los acertijos
y no recuerdo bien tu nombre.