Inventé un después,
sólo para ser felices,
lo inventé en el anverso
de ningún poema,
entre caricias y gemidos.
Inventé un después,
mucho antes del jamás,
escondido está entre tus piernas,
asume el tiempo como nadie,
cruel e ingrato, a veces, fiel.
Espero poder contarte,
los miles de adjetivos
que reptan en mis dedos,
cantarte nidos y sierpes,
debajo de tu piel.
Un jamás le acecha,
un durante le pretende
y el antes quiere asesinarle,
tengo un después , sólo para amarte,
escondido en ningún verso.
Te inventé un después,
no lo vayas a espantar,
es apenas un pequeño soñador,
sólo quiere escuchar tu risa,
y los latidos de tu ausente corazón.
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