domingo, 2 de octubre de 2011

Te deseo un adiós

Te deseo un adiós atemporal,
que no sea hoy ni mañana,
que no haya sido ayer
cuando todavía no aprendías mi nombre,
que no sea nunca.

Te deseo un adiós,
no cicatrices, ni poemas truenos,
te deseo un tiempo dado
y uno para que no me olvides,
para serte uno, cruel y bueno.

Te escribo poemas y ternuras,
a veces son justificados por tu sonrisa,
a veces, borrados por una lágrima,
no de adioses ni de partidas.

Te dejo mis poemas,
son menos que nada,
pero son tuyos a la hora del desdén
y bien pueden ser escritos
junto a nuestros obituarios.

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