Otras palabras


Quise escribirte un poema


Quise escribirte un poema,
alguno sin detalles impersonales
y con muchos orgasmos,
quise leerlo a la luz de tu luna,
quererte como nunca siempre,
y amarte como hasta ahora.

Quise tener un viento fiel,
hacerlo de suspiros buenos,
quise quererte tanto y casi toda,
con tu piel y tus fonemas,
así te extrañe cuando no,
y te ame cuando estés.


Amarte

No es miedo, ni recovecos,
son truenos de hielo,
son los ecos que te entrego,
no son dedos, son mis cuentos.

Siempre que me sueñes,
te sea pesadilla o vino,
te sea un cuándo para tu dónde,
te sea casi todo nada.

No es el miedo,
no son los ecos,
las cruces para amarte,
no son reales ni pasajeras,
no son truenos venenos.


Puentes

Dibuja aquellos puentes,
los baratos y los dorados,
aquellos que sirven para nadie
y estos otros que apenas
si nos sirven para lanzarnos.

Describe aquellos que atrapan
el recorrido de las aguas
y del miedo en medio de los sueños,
no son nuestros pero los soñamos
a diario con desdén de libro cuarto.

Dibuja con tu razón aquél puente
que acontece a versos crueles,
aquél que jamás has visto morir,
aquél que naufragamos viernes
y cruzamos tiernamente siempre.


Versos del después

Este costado
y su forma de regresar de los pecados
me voy con una soledad
en en la duda,
me he ido tantas veces,
quisiera serte fiel,
también en mis partidas.


Algunos ecos,
algunos versos,
comas o lo que ristre en facial naturaleza.


Sabes que necesito palabras
sabes que las escondo
para encontrarlas,
sabes que no soy mucho sin ellas.


Arranque las heridas
para saber si todavía tenía
viejas cicatrices.


Eres el viernes en tanta soledad,
espero ser feliz en cualquier día.


Un día como cualquiera
uno sale a la calle dispuesto
a ser olvidado en mil relojes.

Poema cieno

Llueve soledad,
llueven cuentos y poemas,
después de los venenos
deciden el rencor
de los gusanos,
lluvia de insectos.

En un cuento
de dolor,
en un dolor
de encuentro,
sangre de tierra,
azul verdosa profecía.

Llueve un cuento
de palabras,
llueve el lodo
de la indiferencia,
duele menos
el temor.


Bla Bla Bla

Te infiero azul y santa
como las partes desiertas
del ocaso.

Te quiero oculta y frágil
te quiero y a veces
no invento.

Te infiero tan fuera de lagar
como aquella copa
del occiso.

Te quiero abril y murmullo,
no estoy haciendo nada
el ocaso.



Cualquiera

Cualquiera puede poner mi mano sobre tu mano
y escribir entre el fuego y la palabra
ningún poema a la luz de las venas
cualquiera puede precisar el color de tus ojos
inventar un nuevo deicidio pasajero
cualquiera puede olvidar fácilmente tus quejas
en la espera del otoño indeciso y duro
y dejar sobre la mueca una lágrima incrédula
cualquiera puede poner tus labios sobre mis labios
y escribir entre el juego y la plegaria
ningún poema a la luz de las venas.