jueves, 28 de julio de 2011

Fragmento de los sueños

Iluso fragmento el de los sueños,
iluso por los bordes sonoros del silencio,
y por dibujar sobre tus ojos
cantos de metal y llanto,
y aquéllas lágrimas que escribo.

Pues lo sabes y no lo sueñas,
y lo consideras durante el orgasmo,
escribirte nunca para que me leas siempre,
dejar un poema bajo la sombra de un acanto,
sombra sin sol ni detalles personales.

Iluso efecto, intruso aquel sentimiento
raro y bueno, amarte como nunca y siempre,
frases de lluvia y truenos elegantes,
para recitarlas sólo cuando aprendas
a morir sin miedo y después de un luego.

miércoles, 27 de julio de 2011

Te muero


Te muero y cada vez menos,
porque existen cuentos no desdenes
y algunos otros en tus celos.

En el azul destino se escriben
algunos otros, equis de par en par,
poemas rotos y truenos fieles.

Te muero porque no he muerto todavía,
y la vida es aquello que escribo mientras,
porque nadie detiene luego su lamento.

Nadie soy a versos y nadie es menos,
algunos otros, equis y cadenas en desorden,
nadie y todos para amarte, nadie por ahora.

Te muero porque a veces te he vivido,
porque a versos también te vivo,
te muero para morir contigo.

Aquello

Lo que adjetivas,
lo que miras y no amas
y por encima del hombre llamas,
lo que has muerto con tus manos
y resucita tu desprecio luego.

Aquello que destrozas y desdices,
aquél oscuro anhelo de morir
tus viernes y emprender olvidos,
ni siquiera los dados ruedan
ni aquella corona hace rimas.

Lo que amas y no muere,
lo que se escribe al cabo de un lamento,
nunca y después de los misterios.

Lo que anticipas con la mirada,
lo que he escrito sin sentirlo,
mueren los versos al leerlos.

Muere el sentido común
e invento formas de vivir y miedos,
sólo para buscar la sinrazón
de vidas que se asumen felices y desdenes,
y cuentas un cuento en el que jamás sonríes.

viernes, 22 de julio de 2011

Miedo

En el medio y en el borde,
donde los hunos han muerto
y la raza no sea un macabro invento,
detrás de las paredes de miedo.

Dejar el miedo en la cocina,
para amansar recuerdos y velos,
y tocar el alma con los dedos
para dejar los sueños escondidos.

En el medio del miedo nacen,
algunos poemas sin puertas
y recuerdos que amaste.

Que mueren por indignos,
crueles fonemas para nadie,
la necesidad de recordar los miedos.

Estoy contigo

Estoy contigo,
léeme despacio y sin pastillas para dormir,
léeme con nostalgia
y sin ecos personales.

Estoy contigo cuando no
y cuando estoy, tal vez,
como hasta ahora haciéndote ninguna falta,
amaneciendo por las noches
dejando que el vino hable y sueñe
por nosotros.

Estaré contigo cuando nunca,
y cuando siempre no lo sé.

jueves, 21 de julio de 2011

Tiempo

La imagen de los sueños,
el desorden de los minutos
y sus segundos comatosos,
todo en orden caos también.

La estructura de los ecos
para callar por cuenta propia,
esto de herir con palabras
y blandir espadas nimias.

La noción del tiempo,
indigno y pasatiempo favorito,
el cruel lamento de los siglos.

Cómo cerrar un poema que nunca
lo ha sido, cómo dejar de hacerlo,
cómo crear un recuerdo de la nada,
y aún así jamás ahuyentarlo.

El tiempo y sus detalles
innegables, el tiempo y lo que pase
mientras tanto, el cómo y el quizás
en previa fase del recuerdo.

Así se escondan las palabras
y cada vez nos digan menos,
menos segundos y menos espacio,
nada en un todo muy soso y frío.

Tanto orgasmo y tú en silencio

Tanto eco y tú quejándote del viento,
tanto yo muerto y tú buscándome,
tanto verso y tú leyéndome.

Tanto pueden tus dónde,
tal misterio de amarte
por sobre los obituarios.

Tal espacio para nadie,
sólo para amarte
en tal proverbio juntos y nada.

Tanto eco y tu callada,
tanto orgasmo y tú en silencio,
tanto verso y yo muerto.

lunes, 11 de julio de 2011

Después de algún orgasmo u obituario

Déjame en el rincón donde los poemas
han muerto de aquella sonrisa no descrita
y renacen para hacerte diosa joven.

Deja amanecer y serte fiel
con engaños y mil mujeres a mi lado,
con la fresas rojas de los besos de otra.

Déjame despertar de tus sueños
con algún impío destino
deja que te hable con jamases de oquedad.

Te quiero como se mueren los relojes,
la intención amante de contar tu tiempo
te quiero lejos donde me hagas daño amor.

Ilumina aquellos dioses que me entregas
con ecos y papeles vanos,
que te nazca bueno en cada encierro.

Que tus sueños sean conmigo
para despertar y destruir la realidad
contigo, sin ecos del suicidio.

Te quiero, deja pues aquellas
palabras sobre tu sien
y juega con el silencio como nunca.

Sé aquella línea del poema puro,
para ser leído por igual,
después de algún orgasmo u obituario.

viernes, 8 de julio de 2011

Los días duelen lluvia

No toda forma de amar tiene tu huella
no toda escritura fue sobre tu piel,
no todos los ecos provienen de tu nombre.

A veces te creo y te desdigo,
jamás desierto, jamás en vela,
a veces los días duelen lluvia.

No todo pecado lleva tu cruz,
no toda esperanza ha muerto,
no todo eres tú.

A veces emerges, a veces te has ido,
nunca más el partir a que me dejes
nunca después de aquellos besos.

No todo lo que no he sido, seré,
no toda muerte me pertenece,
no todo verso te será cruel.

A veces no todo es amor,
a veces los dedos, las pieles,
a veces tú en el fuego, a veces.

domingo, 3 de julio de 2011

Poema XXIII

Escrito en una porción de
papel ceniza
formas de papel en el balcón
destino morir en avión tú

cruel de la nostalgia
relojes en vela
dan nombres de siluetas

cuánta noches aún
en venas
cualquier escritura
desciende para verte

te cuánto tanto y todo
aquello o lugar y dado
condición de amante
primero muerte nada

cuánto y todo
cuentos versos eres
y luces sonrisas papel

te quiero viernes
y cada día soledad
cada noche tanto ...