Estoy contigo,
léeme despacio y sin pastillas para dormir,
léeme con nostalgia
y sin ecos personales.
Estoy contigo cuando no
y cuando estoy, tal vez,
como hasta ahora haciéndote ninguna falta,
amaneciendo por las noches
dejando que el vino hable y sueñe
por nosotros.
Estaré contigo cuando nunca,
y cuando siempre no lo sé.
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