En el medio y en el borde,
donde los hunos han muerto
y la raza no sea un macabro invento,
detrás de las paredes de miedo.
Dejar el miedo en la cocina,
para amansar recuerdos y velos,
y tocar el alma con los dedos
para dejar los sueños escondidos.
En el medio del miedo nacen,
algunos poemas sin puertas
y recuerdos que amaste.
Que mueren por indignos,
crueles fonemas para nadie,
la necesidad de recordar los miedos.
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