jueves, 30 de diciembre de 2010

Es para amarte un poco menos

Es para callarte,
para que aprendas a escribir con tu garganta,
desvirgues tu razón
y desees morir por dos palabras.

Es que tengo tus dispositivos
del suicidio en vela,
tus maneras de mejorar la escena,
el televisor pensando en el olvido,
los días contándote entre penas.

Y es para que creas en el dolor,
es para alguien como tú,
prisionera en tu albedrío,

es para que nunca más te digas
cuándo, cómo ni por qué
se mata en profundas avenidas,

es para que precises tu escarlata amago
y desaparezca de tus ojos,
eso que llaman vino,
es para gozar de los pecados,
sin cenizas que afrenten tu velo.

Es para depositar tus gastos en la cartera,
es para entregarte rosas, y desconozcas mi semen,
y te pregunte hermosa, que falta le haces
a mis dedos, a mi sien encantada,

al orden, al desborde frente al caos,
a los millones de bichos que matas con tu mano,
es para que desparezca tu querer azul.

Es para amarte un poco menos,
para apartar tu mitad en celo, y no dejes
entrar entre tus piernas jamás versos de satán
y fuego, enredaderas de la razón y el cieno.

Es para que aprendas a matar después del sexo,
antes del orgasmo y entre las veredas del suicidio,
y te espanten estos versos, tras haberlos devorado,
es para decirte lo que sabes, que te escribo.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Te quiero, y solo eso

Te quiero y solo eso,
a veces te quiero un poco más,
pero pocas son las tardes
que te pienso y pienso

en azucenas y verdes campos
en tu cuerpo como tentación de mártir,
en muertes de metal y llantos.

Te voy a buscar,
te entrego fieles renglones,
pieles de siluetas lilas,
lo que salga de mi legión.

Espero me esperes,
sin vidas huecas, sin el hermetismo
virgen, leyendo tras los párpados,
la vida misma.

Te escondes en lugares
donde sé buscarte,
donde sabes que te quise
y huyes por ahí donde te quiero a veces.

Y no eres un acertijo,
solo juegas a que nunca más te olvide,
cuelgas, ahora te llamo para decirte

Surtes colores y nombres,
suerte que no te olvidan
mi lengua ni mis dedos
que te devoren pues,
la duda, el recelo y tu agonía.

Sin mezcla de sueños
ni cálidos nombres,
quieres un poco menos,
quieres te olvide en un verso,
quieres te quiera y solo eso.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Jugo de limón y espléndida

Jugo de limón
y espléndida,
estás hecha de inocencia
tras un filo te escondes,
tras los ecos
en rededor, sin imanes.

Te escondes de los lugares,
te llevas bien conmigo,
donde estés me encuestas
como a nadie,
creyendo en dios
y otros suburbios,

en un solo de jazz,
en mis manos
eres cruel y faltas
a la verdad , a tus mandatos
aunque aún eres bondad y mariposas.

Quedan las voces, a veces
algún encono,
alguien marchito
como fiel,
como enfermizo.

Me escribes con las manos
me dibujas acertijos
y en el pelo,
lagunas que nadie se atreve
a mirar.

Y me estremeces,
espléndida tras tu inocencia,
relativa a los bordes,
inclemente al llanto,
escondiéndote de tu alivio,

eres jugo de limón y cardos
en mañanas subversivas,
eres alguien que se olvida,
un adiós bajo un frondoso acanto.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Algún Dios te hará sufrir

Al lado, algún dios te hará sufrir
a tu costado mis caricias apenas,
sin brillo tenebroso serán luciérnagas,
encantas mis emociones y temes quedarte sola

cerca a un posible olvido, a un paso
de lupanar y entretanto anhelo,
algún dios te hará sufrir, no de ruegos
no luego, pero sí de un gran amor.

Luces a los ojos, pisos de gaviotas,
luces en la sien, hemiplegias baratas
y sucesivas faltas, tu nombre, algún número

y mi fervor de no llamarte, de no romperme
sin miedo, sin calores, sin tu llama,
sin alma en los riñones, sin tu enfermiza falta.

martes, 14 de diciembre de 2010

Y todo lo que hago

Dices de un par de lobos,
de un rencor
sin paredes, de tu risa sin
labios, dices me entregue
y crees en treguas.

Y todo lo que hago me lleva,
me dicta,
me enciende el fuego
y desalma mi palabra
sin vino, sin roce,
sin ecos.

Emerge tu piel rosada,
tus labios libres,
en lánguidos landós,
en cruces amarillas
y en serpientes pasajeras.

De pie sobre las veredas,
me llevas a tocarte,
me invitas al miedo, al ruido con
algo de azúcar,
y tus pasos de diosa joven,
creyendo en la hoguera.

Y todo lo que hago
escribe acerca de ti,
y toda forma perversa
que me nace,
la vida fugaz,
la risa con un fondo de neo nato llanto.

Y todo lo que escribo,
todo menos tus palabras
esas que aprendieron amar
esas que a veces poseen alma,
todo lo que hago,
escribe y ronca
por ti.

sábado, 11 de diciembre de 2010

He salido a recorrer las calles, esperando
egos y fresco viento, he salido sin aparatos en
los bolsillos, siguiendo palabras que las destino
al sueño, sin saber si alguna vez, quedaran escritas,
sin saber si están unidas, quisieran formar, con comas
y eses albinas un poema...


He salido a respaldar, he tenido que ocultarme, sin
que ellas se dieran cuenta, gocé del sueño
conté, me quiero siempre ver contigo ...

Que quiero como a nadie, que en horrendos callejones, en miles de relojes
pues bien los vientos, bien las almas,
no de ... Hace tiempo, te lamentas

Pues he salido, a recoger
a encontrar, gusanos y carroña...

Me cuesta creer, que sin mérito, algún amor
perezca de olvido y encuentre gloria, sabemos
ambos el tiempo y yo, que ordenes subversivos
y alusiones a babel, mezcla de tierno encanto...

Te he salido a recorrer, te he buscado
con una mano, en almanaques, en letras,
por cualquier lugar, por más que sea
diverso el calendario, negro con cuentas grises,
y un año pasé, sin viernes.

Te he buscado ...

Te busco

Te busco, te entrego mis palabras.
Al decir de los demás,
me huyes, te quedas, esperas
un segundo de amor,
y me rechazas.

Al decir de tus ojos
esperas tanto, una palabra
un gesto, y cada uno de mis versos,
te encanta recitarlos de memoria,
me entregas tu amor en dos guiones.

Te busco, me huyes,
te gusta verte en un abismo,
entregar cálidos mensajes,
esperar mis labios,
recibirme en plena luz.

Te busco y solo faltas tú,
y estás aquí, a decir de los demás
huyendo, al decir de tus ojos,
risa, fragancia, entera y mía.

Te busco, búscame en mi lengua,
en los bordes de mi decoro.
Te busco en tu piel,
te encuentro buscándome.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Duerme a mi costado

Para ella:

Duerme a mi costado,
en mi pecho tengo un fuego,
en mis palabras enredaderas
para acercarte.

Duerme como si la vida
no importase nada,
como se ama demasiado
en madrugadas.

Duerme entre las tierras
de los fecundos ecos,
duerme sin relojes.

Duerme, que entre sueños
a mi costado y vencida,
sabrás amar mi fuego.

No haces falta

No haces falta
si estás aquí
en mis poemas,
en mi lengua
y en los susurros de arena
que hoy te escribo.

Aunque lejos
y en pieles de salvajes,
sabemos de un amor,
de un intento de amarnos,
y acabar con los dominios
oscuros del olvido

No haces falta,
si te escribo
sutiles aromas,
formas de amar en las mañanas,
si sé que ahora mismo
te emocionas al hacerlas nuestras.

Si sé que las adhieres
a tu cintura
en las noches, cuando
aparecen esos truenos,
cuando en tus ojos
nacen, de algún dolor de niña,
una que otra lágrima suicida

No haces falta,
si estás aquí
en mi lengua,
en mis palabras que solo
saben de tus ojos.

No haces falta
si en cada verso
me sonríes, si en cada ocaso
te entretienes con mi voz.

No haces falta
si estás en todos en mis poemas.

martes, 7 de diciembre de 2010

Cuando me hablas


Cuando me hablas
padeces del amor más puro
y te escribes como nadie,
preguntándote dolos y anhelos.

Tal vez responda
con algún reverso,
tal vez te piense
y será demasiado tarde.

Cuando incitas al miedo
y te quedas para amar,
para inventar alivios,
cuando el miedo regrese,
cuéntame una historia para dormir tranquilo.

Cuando hablas de lodo y cantos,
cuando piensas en crueles,
en pasajes paralelos,
en idas y vueltas, lejana,
te espero con tres orgasmos en vela.

Cuando puedas decirme sin abismos
y con tu propia lengua
todas y cada una de las palabras
que alguna vez tocaron tu odio
y tu oído dejó pasar tranquilamente.

Cuando me hablas con tu voz
y escucho risas crueles
y espero al tiempo
y solo pienso en ello.

Cuando me hablas
solo pienso en ello.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Me pides una tersa ternura

Para Stephanie:

Me pides una semana,
te la doy.
Y te ofrezco una sílaba por cada segundo
me pides una tersa ternura
y te ofrezco mis tangos al viento.

Me pides que espere el fin
de los finales,
Y entretanto te escribo el mundo.

Te escribo palabras que se dicen los locos,
que aman los sabios, que se escriben los mudos.

Te susurro más que ternuras,
tus besos describo en ausencias,
y palpitan los ecos de tal honor, de tales besos
en ausentes dóndes, en Cristos paralelos,
al fin de los finales, dónde te espero a veces.

Me pides te espere,
me tientas con tus ojos,
me pides no regrese humedad de tu vientre.

Cabizbajo y vencidas, tu amor y mis flechas
Van rezagando fragancias, van acechando mis pasos

Me pides entera,
una tersa ternura,
un capricho de amor,
Una ofrenda al silencio.

Todo y nada.
Te prometo sílabas, te desdigo en puentes
y los cruzo sin cruz ni voto.

Pues te creo cuando me hablas,
de ayunos y obispos,
de amantes dichosos, nosotros en cómicos reinos.
Te creo cuando me hablas, sacerdotisa del silencio

Me pides te espere,
te espero entredientes, con algoritmos suculentos
en mis labios, con ternura de infante
con estos ecos que te digo en silencio.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

No tengo nada por ahora

No tengo nada por ahora,
tan solo una afección hepática
y una intención al olvido
reducida por el retorno.

Acaricia con paredes de papel
esta noticia, cuya verdad sonríe tu vida
ahora es cuando la cercanía
reduce tu no.

Antes que mires de la ventana en ascuas
o de acera en acera en busca
de un favor, pulula en tu renuncia
a competencia nuestra,

antes de olvidarme
si te toca
la nostalgia, recuerda
puedo darte
mi visión de casi en ti.