Huye de mis labios para llegar
a mi lengua, haz de los días
pasajeros sin alas, es mejor
el temor que tu enfermiza duda.
Huye conmigo lejos de mis deseos,
construye sonrisas y déjame
escribir al son de muchos ecos,
no vayas a abandonarme nunca.
Uno de estos días, ligera de milagros,
huirás conmigo en busca de caminos,
y encontraremos nada más que tu amor.
Si detienes el tiempo y no estoy,
si en busca de nostalgias, has perdido,
no vayas a perderme a mi también.
Huyamos con o sin nuestra ausencia,
dejemos de contar cuentos de sangre
y devora mis noches y quiéreme así, bien.
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