jueves, 28 de abril de 2011

Poema siete

No me arrepiento de haberte amado,
no sé si alguna vez lo hice,
ni me arrepiento de ello.

Aunque seas devota de mi ausencia,
y te guste verme regresar con muchos dedos,
algunos llevan el aroma de tu piel,
de tanto acoso, otros han muerto con tus besos.

No me entrego al olvido,
ni desisto, el viento tiene
un frío comprensivo y tus ojos,
turbios estíos.

Aunque surjan nuevos rencores
y tu cielo no guarde mis palabras,
igual habrás de soñar con el nosotros,
con nuevos dedos y algún alivio para tu sed.

No despiertes de tus sueños,
si algún recuerdo aún conservas,
en el que seamos aparejos del tiempo,
destrúyelos en un orgasmo.

Aunque no hayamos pecado
lo suficiente, ni el partir hacia ninguna parte
sea del todo nuestro, huyamos para vernos lejos.

No escribas ecos ni lenguas
que no hayamos dado.
Son muchos los destinos,
elige alguno y no te arrepientas.
Del olvido me encargaré con nuevos versos.

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