domingo, 27 de febrero de 2011

Escrito tras tus párpados

Estás ahí como nadie,
como nunca antes,
dichosa y buenamente,
y yo escribiendo tras tus párpados.

Estás conmigo, detrás de algunas vocales,
desde el principio hasta el ocaso,
y te vuelvo un ángel,
conservo tu nombre y mi semen,
ambos faltos de malicia.

Como acertijos, como gotas en tu vientre,
indescifrables y hermosos en la noches,
realmente una buena parte de nadie
como nunca antes, así queriéndote.

Estás ahí, en los ocasos y en el rudo viaje,
sabiendo que sólo las consonantes te libran,
creyendo en un loco, en los heréticos dictámenes
de la duda y el recelo, de tus ojos en el miedo.

Estoy aquí, me dices,
y apenas un lobo yo se ausenta,
animal confeso manando sangre de tu costado,
duelo en el quinto ruedo, te dan ganas de volver,
me finges y todo desaparece en un do profundo.

Si sabemos las mismas llagas, si lamemos
las mismas heridas, y estamos en el mismo lugar,
si te vas y vuelven los días,
si me quedo con agonías casi nuestras,
dejo de quererte, sin comas ni puntos a favor,
si te duelo en un verso.

Estás conmigo, estoy ahí, juntos como nunca,
fuertes de costado, estamos dando los últimos
suspiros para olvidarnos, olvidando de frente
la vida un poco corta, haciendo un fuerte
para desearnos lo mejor, una mentira más
que a nadie dañe, un siempre recuerdo siempre.

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