jueves, 10 de febrero de 2011

Poema cinco

Tengo cinco mariposas con tu nombre
una a una despedazan mi vuelo
con su inocente aleteo,
a veces las guardo juntas en mis bolsillos
y emprendo único recorrido hacia tus muslos.

Aquella que tiene el color del fuego
lame mis heridas y sintetiza en un do,
amarguras y melodías indecentes.
Otra escribe con sus alas acerca
del miedo y destruye mi soledad con palabras.

Cuando en su mirada hay un día terrible y bueno,
la más joven de todas, me enseña
a soñar, a perderme en imágenes lejanas donde
el vino es dulce y tus recuerdos son destinos,
también delata tu hermosura en cada amanecer.

Esa mariposa que va y viene, se posa
indiferente sobre el tiempo, reposa sola
y tienta mis acertijos, olvidándolos en un instante,
viene y me dicta versos al oído,
sonetos de trueno, romances de satán y fuego.

Tengo cinco mariposas con tu nombre,
la que es azul y lila,
la que sabe de jazz y de ternuras de infante,
ronda mi rostro en busca de sonrisas,
conoce todos los susurros, los de arena y llanto,
y ama los renglones que a diario se ciñen en tus muslos.

Tengo cinco mariposas
cada una lleva tu nombre en sus alas
y en sus aleteos parte de tu voz,
las tengo aquí junto donde hubo soledad,
hoy se dibujan como poemas sobre tu piel.

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