Escribo para encontrar
palabras que escondes en mi lengua,
con besos y mieles, con el seso herido.
Escribo para dejar de ser indiferente,
y no prescindir de tu boca en cada amanecer,
escribo con mis dedos en tu frente,
para dejar tus manos asesinas,
para dejar de ser, entre tanto
profeso al día y reclamo tus cardos.
Para dejar el ser y ser contigo
en versos menos tristes con miel
y serenatas breves que tu piel decanta.
Escribo y tus ojos ya han leído
cada línea perpendicular al olvido,
y cada fragmento con diversas apneas.
Escribo, bien sabes cada cuánto,
desconoces mi semen, y así
te quiero con sangre y venas.
Hacés bien,
ResponderEliminarporque así,
te leo, para desaparecerme con tus versos,
de a ratos, lado a lado voy mecida,
y de renglón a renglón estoy vertida.
Soy la miel que va en ellos,
agradecida.
Un gran abrazo
Hermosa Carol:
ResponderEliminarEspero que seas aquella miel que consuma sin saberlo, noche y día,
y no desaparezcas casi nunca.
Un fuerte abrazo