viernes, 9 de septiembre de 2011

Adiós

Tengo un silencio
y todas las palabras que lo componen,
tengo tus dedos
en cada uno de mis ayunos
y el miedo en un poema
que ya nadie recuerda.

A veces huyo
del desamor y del amor mismo,
a veces sólo escribo
sin vocales ni estigmas,
quisiera tu fragmento oleaginoso
en alguna de mis dudas,
quisiera poder decir tu nombre.

Tu amatista mirada,
es un fanal en madrugadas
apenas un canto primerizo
de la nostalgia y el decoro.

Tu mirada es la luna con todos
los poemas que susurra
y ya nadie lee,
es un esquivo y puro
olvido, adiós no es una lengua
a la altura del desdén,
es un cuchillo en algún órgano vital.

Detrás de los orgasmos,
junto a las dudas
escribo con acentos fálicos,
con una azafea por reloj.

Adiós, al menos por ahora.

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