Espero que nadie conserve mis palabras,
cuándo has visto a un ruiseñor cantar
a la sombra de un acanto y morir de soledad.
Espero que todo esto regule
las estaciones tranquilas de la eternidad.
Así, dibujo un gato en la cabecera de la cuna
y miento acerca de nuestro futuro tierno.
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