domingo, 13 de mayo de 2012
Llueve tu recuerdo
Llueve insano y trama el vaso
una desidia más visceral que la carnada,
truena el vino y casi siento tu mirada
al filo, y envenena vértices orgasmos.
Llueve menos y me digo:
qué tanta nave y fuentes de colores,
olvidando por ahora los acordes,
cuánto ego esquivo invaginamos.
Llueve y siento tus caricias,
como quien sostiene el pasamanos,
alguna otra dificulta lo soñado.
Llueve y siendo tus caricias,
alguna otra sensación invade,
siendo esquiva, tú más que nadie.
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