martes, 12 de octubre de 2010

Extraño carótidamente tu mirada

Extraño carótidamente tu mirada
tus sucesivos desmanes
algunas veces, tu boca sobre la almohada

no recuerdo bien, ni tus palabras
ni tus dudas, equívocos que hagan falta
te quiero lejos de la muerte

pues pasan horas y verdades
y no encuentro a quién contarle
no existe quién perdure después de un verso

a quién contarle apetitos matutinos,
cómo la frialdad del vino hizo de tu ausencia
cantos de guirnalda y debidos cuentos

a quién le pertenezcan, sin paréntesis
de duelo, todas las vocales que filtran
labios y sucesos, tu oscuro recuerdo

extraño carótidamente tu mirada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario