No se quién eres,
si los besos de amen
o el silencio tras el estallido semen.
No se, quién ama los viernes
sin sentido y quién apaga
mis versos con la soledad de su recibo,
pues eres las gotas de miel
y el veneno más dulce
Con igual locura entregas
pasitos de algodón y rencor de fiera.
No sé a quién le escribo,
a aquella dulce voz que me intriga
o al vocablo hiriente en tu garganta;
Si a la niña que ama sin pensarlo
o al odio fecundo de tu vientre
Si es a tí a quién le debo
versos dignos de contar en odas
o en funebres lamentos
Solo sé que eres tú.
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