domingo, 25 de marzo de 2012

No me jueves nunca

Al acecho de mis dedos,
en vez de, al revés,
debajo de tu mirada
oriental, duendes jueves
existen y fiel a todo,
palabras terceras,
con las cuales te invento,
malgasto mi genio en dudas.

Te pido, te inscribo
y al final te cuento,
no dejes de existir,
no me nombres si es para siempre,
no me jueves nunca
como cualquier destierro,
como si algún divino dónde
estuviera en mis huellas.

Te llamo,
antes, entrego mis palabras,
envejezco de humedad,
salgo a caminar
y las veredas inician
largas avenidas
para llenarte de partituras
breves y de aquel sonido,
de vez en cuando miento,
felizmente eres verdad.

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