Pasas a mi lado
con gestos misteriosos
y con ganas de amar,
es como si obrara
entre nosotros todo,
menos el primer amor.
A cada paso
entregas aquella humedad,
la que sueñan los poetas.
Así, sentido, parece que las
horas, las veces y el lugar,
son eventos solitarios.
Y en tus ojos algunas
lágrimas que se mueren
por saber, a qué se debe
tanta oscura frialdad.
Pues te escribo
desde nombres paralelos,
perdido en castos miedos,
y te pregunto por ausencias
más propias que tuyas,
y te propongo
un amor sin ecos,
tus besos en el ocaso
y tus ansias en el reloj.
No me escribas con santos oleos,
no te equivocas si regresas,
aunque seas feliz
con ese alguien a tu costado.
No pregones tu mentira,
si aún existen lágrimas
que se mueren sin saber
por qué se nace.
Me describes en llamas,
me despiertas y aún creo
que existen lugares en tu memoria
con apuntes poco gratos sobre mí
Pasas a mi lado
solo pasas
y no quedan más
que algunas lágrimas.
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