sábado, 7 de abril de 2012

Confesión


Acabo de morir,
es verdad y mejor no decirlo.
Acabo de tentar misas
y fuentes infrecuentes.

Al cabo, ya no quiero vivir,
es verdad, amar no cuesta mucho.
Al fin y acabo de morir
y tus piernas siguen abiertas.

Es verdad, te quiero
demasiado como para morirte,
es verdad que no te amo
como para matarme, al menos entero.

Acabo de morir,
en tus venas, en tu frente.
Al fin y al cabo,
te deseo lo suficiente como para matar.

Te amo y prendo un cigarrillo,
no para fumarlo, sino para
que el humo acaricie tu mejilla,
al fin y al cabo se muere dentro.

Acabo de morir, de amor
y de tantas otras costras.
Acabo de tejer una mentira
sin hilos ni remolinos versos.

Al fin y al cabo,
te amo demasiado poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario