Al compás de lo que somos, me
gustaría conocerte mañana, debajo de tu piel que reconocerá la distancia,
encima de tus expectativas, racionales o adaptativas, qué más da, lo que quiero
es conocer el rincón donde juntos salimos a escondernos, que te sea fácil
regresar si he dejado de reconocer tus caricias. Me gustaría haberte conocido
cuando eras muy niña, uno puede ser feliz, pero los años pesan y desdibujan
algunas sonrisas. Me gustaría conocerte cuando decidas ser feliz, una niña que
no tema salir a bailar bajo la lluvia, que ría en los velorios y se acueste con
una sonrisa en el papel.
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